LA GUERRA CON PORTUGAL (1.640 - 1.668)
- 1.671-96, casa en la Plaza en que vive Juan Caballero de Tovar y hace esquina a la Puerta del Fuerte.
- 1.673-74, mesón en la calle Derecha, de Miguel Sánchez, linda con la muralla.
- 1.706-07, Muerto a la Puerta de Lobón.
- 1.710, Intramuros, al sitio de Soterraño.
- 1.723-24, en la calle Derecha, mesón a la Puerta de Lobón.
FORTIFICACIÓN EN 1.658
Viendo el plano de Gainza de 1.658 es cuando podemos afirmar con rotundidad que antes de esta fecha ya existía algún tipo de fortificación en Talavera. Un baluarte que suponemos de no mucha consistencia, construido con los materiales de la zona, como arcilla compactada con piedras.
Se aprecian en este mapa los caminos de Badajoz a Yelves, Campomayor, Alburquerque, Talavera y Mérida. El camino Real a Madrid cruza el pueblo, entrando por el Puente Viejo y saliendo por el camino de Lobón, son las puertas de entrada y salida de la villa. Los despoblados de Aldealconde, Malpartida y Santo Torobio (en este despoblado de Santo Toribio debía encontrarse la ermita descrita por Juan Solano de Figueroa en su Historia Eclesiástica...). Los ríos Guadiana, Lantrín y la Albuera y los vados de Montijo y Malpartida sobre el río Guadina. Un círculo dentro de las murallas suponemos simboliza la Iglesia Parroquial.
FORTIFICACIÓN EN 1.705
La Guerra de Sucesión, que estalló en 1.701 y duró hasta 1.707, fue otro periodo de triste memoria para Extremadura. De nuevo se llenó de ejércitos, más prestos a saquear que pelear, exigiendo a sus habitantes aportaciones de hombres y dinero para mantener sus fronteras.
Para reforzar la murallas pasaron a Talavera, a finales de 1.704, el Marqués de Tesse y el Brigadier D. Rodrigo de Moscoso para conformar el plano de las obras que comenzó y finalizó en 1.705. Consistían éstas en una circunvalación de reductos y trincheras, un débil cerco, al que llamaron muralla, que defendía al pueblo, en caso extremo con algunos resultados. Durante el transcurso de las obras apareció, según Nicolás Díaz y Pérez, un puículo (enterramiento romano de criminales y esclavos) y este mismo autor relata que él vio viejas cimentaciones en otras partes del pueblo y a orillas de la rivera.
FORTIFICACIÓN EN 1.807
Para defender ahora el pueblo del enemigo francés, el General Conde de la Torre del Fresno (del que hablamos en la Revista de Feria del año pasado) a instancias de la Junta de Salvación y Defensa de la Provincia, mandó reforzar las fortificaciones de la villa de Talavera. El encargo lo realizó el Marqués de Casa-Cagigal estudiando el plano topográfico de la población, levantó varias baterías en la parte N y S defendiendo las entradas. Las murallas eran las mismas que las levantadas en 1.705, las obras eran de baja calidad, pues su construcción a penas estaba revestida de material fuerte, y así se explica que hoy no existan indicios de aquellas fortificaciones.
LAS INVASIONES PORTUGUESAS
En el transcurso de esta larga guerra, Talavera se vio sometida a expediciones de castigo cometidas por pequeños destacamentos portugueses, muy móviles, que se dirigían fundamentalmente contra la propiedad, causando incendios, robos de ganados y de cosechas, pillaje y destrucción. Una avanzada portuguesa sobre los campos de Badajoz el 1 de abril de 1.644 llega a Talavera, entrando el 20 de abril de 1.644, saqueando el vecindario y quemando casas. En septiembre de 1.647, fue de nuevo tomada por las tropas portuguesas, recobrándola los españoles en mayo de 1.648. La invasión portuguesa más fuerte que tuvo Talavera fue el 2 de septiembre de 1.658, el enemigo portugués sitió el pueblo, quemando casas y matando algunos vecinos.
En el Archivo Parroquial, Libro de Difuntos se recoge:
Año de 1.658, "En dos de setiembre de mil seiscientos cincuenta y ocho años vino el rebelde portugués a esta villa con ejército de tres mil infantes y dos mil caballos y quemó las más parte de la dicha villa. Mató muchos vecinos antes de entrar en ella y se llevó las haciendas de todos los vezinos".
A continuación de esta reseña se detalla la lista de los muertos por el rebelde portugués. En este mismo año se registran los gastos de peones que limpian los alrededores de la iglesia por la derrota de la villa.
Año de 1.659, es quemada la casa del barquero por el enemigo rebelde portugués.
Año de 1.660, faltan casas en la calle San José por la derrota y otras casas con daños por el enemigo.
En resumen, es generalizada la rebaja de censos que se gravaban sobre casas, que al ser destruidas perdían parte de su valor, se mencionan casas de casi todas las calles del pueblo.
En el Archivo Histórico Provincial de Badajoz, esta rutina se plasma en documentos notariales como los de Lorenzo Pavón, en nombre de Juan de Huerta, Familiar del Santo Oficio y Alcalde Ordinario de Talavera la Real que poseía una casa "la cual con la derrota y entrada que hiÇo el enemigo en la dicha villa el año pasado de mill y seisÇientos y cincuenta y ocho, quando tubo sitiada a esta ciudad, la quemo y deroto y oy esta sin puerta y derrotada y sin vecindad, de forma que esta casi perdida y a pique de acavarse de perder, por cuya causa el dicho... a querido acavar de desacerla y vender los materiales que an quedado della..."
A la terminación de la guerra con Portugal, Talavera está arruinada, una ruina económica y de despoblación que se extiende por toda Extremadura.
Grupo de Coros y Danza "Luis Chamizo", Sección de Investigación de la Historia y el Folklore.(Autores: C. Cansado, A. Corzo y A. Gómez)
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