lunes, diciembre 28, 2009

HUERTAS Y NORIAS EN TALAVERA LA REAL. BADAJOZ.

HISTORIA Y TRADICIÓN DE LAS HUERTAS EN TALAVERA.

“Hai veinte y dos huertas que se riegan con las aguas de sus respectivos pozos con la maquina de norias y trabajo de cavallerías, en ellas se crian generalmente coles, lechugas, escarolas, coliflor, rabanos, navos, pepinos, tomates, berengenas, pimientos, cevollas, ajos, abichuelas, ervillas, guisantes, calabazas, havas, zillantro, yervabuena y peregil.
Estan plantadas de arboles que sus frutas se reducen a varios generos de ciruela, manzanas, peras, higos, albarillos, melocotones, granadas, nuezes y aceitunas; toas las quales frutas son de regular calidad y gusto y aceptadas en el pais”.

Así nos relataba en 1.791 el Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura sobre las 22 huertas con norias y la gran variedad de hortalizas y árboles frutales que existían en Talavera por esas fechas.
Pero ya en el Padrón de Vecinos de 1561, se mencionan en esta localidad a 4 viudas hortelanas, 1 hortelano jornalero y 1 hortelana.
Y en el Padrón de Vecinos de 1829 aparecen citados como hortelanos 24 vecinos, la mayoría de los cuales habitaban en las calles Muralla, Soeta y San José.
La proximidad a Badajoz y el consumo de una población que aumentaba, originó la proliferación de huertas. Estas huertas llegaron a jugar un papel fundamental –por aquella época- en la economía de subsistencia de nuestro pueblo.
Antes de los años cincuenta el número de huertas con noria podrían llegar al centenar y de ellas veinte o treinta se podían considerar huertas de cierta relevancia.
Las aguas procedentes de los pantanos del Plan Badajoz terminaron con los riegos de los pozos y por consiguiente con las norias. La comodidad de abrir una compuerta y disponer de caudales más elevados, llevaron a los agricultores a hacer cultivos extensivos por lo que las huertas tradicionales se abandonaron en su mayoría.

EL HORTOLANO. LOS PRODUCTOS DE LAS HUERTAS Y SU VENTA
El hortolano, del latín hortulanus -también hortelano- es el que cuida y cultiva la huerta. Es un oficio que se ha transmitido en nuestro pueblo de generación en generación. La experiencia de nuestros hortolanos en el riego, sirvió para que algunos fueran contratados como capataces en el antiguo I.N.C. (Instituto Nacional de Colonización)
En algunas comunidades autónomas estas huertas tradicionales han sido consideras como BIC (Bienes de Interés Cultural) y en la actualidad están surgiendo movimientos para la recuperación de variedades autóctonas de hortícolas y frutales de las antiguas huertas, considerando el papel que puede jugar el hortolano jubilado en la preservación de estas especies.
En las ultimas huertas se cultivaban verduras como: tomate temprano talaverano ( rugoso, peludo, negrito, madrileño, melillero, abisinio, blanco talaverano, de telaraña...) los pimientos (de cuatro caras, bolas, guindones...), guindas picantes, ajos, cebollas, perejil, presta (hierbabuena), escarolas, rábanos, sinorias (zanahorias), coliflores, coles, las albillas , acelgas, albellanas, espinacas, escarolas, lechugas (grifas, oreja de mula, lengua de gato...), berenjenas, jabas (habas), frijones (frijoles), garrapatos, calabacines, patatas, moniatos (boniatos), sebá (cebada), trigo, melones ( maura, del manto la virgen, palanco, ...)
Y frutales como: peras de agua, peros, higos y brevas, albarillos, albérchigos, membrillos, granadas (de diente de perro y sefariles), almendros, nogales, manzanas y otros silvestres como las higueras chumbas y los asoferfios (azufaifos).



Los productos de las huertas tenían como primer destino el consumo propio de la población y para otras poblaciones que acudían a comprarlos. Se llevaban también a los mercados de Badajoz y Cáceres. Para la Plaza Alta salían los carros por la noche de Talavera hacia Badajoz cargados de hortalizas. Entre otros llevaban verduras a Badajoz: El Tío Alberto Carriscajo, Juan Carriscajo, Pepe el de la Machas, Juanillo el de la Inés, Los Verea, el Loco Ardila, Carmona El Calao, El Remonta, el Durete, Perico el Rarra, el Tío Juan el de la Petra, el Tío el Queso, Antonio Toconera, Ramón el Cagón, Alfonso el de la Berciana, .... Otros agricultores las embarcaban en el tren con destino a la plaza de Cáceres, como: Antonio el Durete, Manolo Barrera, Antonio el Remonta, Valeriano Durán el de las Sardinas...

TIPOS DE NORIAS, SU HISTORIA Y DESCRIPCIÓN DE LA MAQUINARIA
La noria es una máquina hidráulica utilizada para extraer el agua de los pozos siguiendo el principio del rosario hidráulico. Procedentes de Oriente Medio (Siria y Egipto) son traídas por los árabes a la península y heredadas por los antiguos habitantes de Talavera de ese pasado musulmán de Badajoz y comarca.
Hace bastantes años en la limpieza y profundización de los pozos de algunas norias- nos cuentan- que se encontraron arcaduces (antiguas vasijas de barro de diferentes formas). La medida de estos arcaduces es la octava parte del ánfora romana o bien los 4 litros de capacidad.
En otros tiempos, las ruedas de las norias eran de maderas duras y la cadena se hacia con atarfes o sogas a los cuales se les ataban colgados por el cuello los arcaduces.
Ya en siglo XIX comenzó a introducirse el hierro de forja y más tarde los elementos de la noria eran de fundición. La maquinaria de las norias de Talavera procedían de los siguientes fabricantes: en Badajoz estaban Antonio Gutiérrez, Miguel ¿Carrión? (en la calle Santa Lucía) , en Mérida y en Zafra Fundiciones Díaz de Terán.


En las huertas de Talavera se han empleado varios métodos para sacar el agua de los pozos, el más rudimentario era la denominada grulla, también las norias de rata y las más extendidas la noria de tiro o de sangre (llamadas en Talavera norias de laterán y norias de chispa, las de laterán eran de peor calidad que las de chispa).

La Grulla o cigüeñal que consiste en un palo que bascula sobre otro vertical terminado en horquilla, que lleva un contrapeso en un extremo y una cuerda en el otro de la que pende bidón o capacho que es el utilizado para sacar agua.

Norias de Rata, también llamadas de rosario en la cual la cadena sinfín pasa en su recorrido ascendente por el interior de un tubo vertical con su extremo inferior sumergido siempre en el agua, sobre la cadena en lugar de los cangilones puede llevar bolas de trapo. Las bolas elevan el agua que ha entrado en el tubo tras la bola anterior, al mismo tiempo que aspiran el agua que entró después que ellas.
En Talavera, el Loco Ardila tenía instalada una noria de rata en la Rivera del Limonetes.

Noria de tiro o de sangre, consiste una noria de tiro en una cadena sinfín que gira sobre un tambor (también llamada rueda de agua) de eje horizontal apoyado en dos muros, en los extremos del eje hay dos cojinetes de engrase. A esta rueda se le transmite mediante un malacate, el movimiento horizontal del animal de tiro atado a un largo palo, que pasa a giro vertical mediante dos coronas dentadas cónicas. Para impedir el giro en sentido contrario en el engranaje vertical se coloca una cuña curvada de hierro llamada galga.
En la cadena sinfín van montados de trecho en trecho unos recipientes o cajillones (cangilones) de forma que la parte posterior de uno linda con la boca del que le precede, de tal manera que los cangilones bajan vacíos boca abajo. Al estar invertidos se dificultaba su llenado, este problema se resolvió haciéndoles un pequeño orificio en el fondo del cangilón. Al llegar a la socarrena (caldera) del pozo se sumergen en el agua, y ya boca arriba suben llenos a la superficie. El agua la vierten en el dornajo (masera) y con sus dos canaletas pasan a una arqueta o pilón. De la arqueta mediante una tubería pasa a una balsa de regulación que es la alberca. En Talavera también se construían de obra de fábrica pequeñas acequias de ladrillo y pilones.

Otras construcciones al lado de las norias son: chozos, vivienda del hortolano o cortijo y cuadra para cobijo del animal.
Los pozos y norias -por su antigüedad- tienen un importante valor etnográfico y económico. Abandonadas en el campo, como viejos esqueletos de hierro, son presa fácil de ladrones y una vez robadas pasan a chatarrerías o al mercado de antigüedades.

POZOS Y RIEGO CON NORIAS
La excavación del pozo se hacía con herramientas de mano por los profesionales poceros. En Talavera tenemos dos tipos de pozos de noria, los pozos circulares y los pozos ovalados con el brocal elongado. Están revestidos de arriba abajo con fábrica de ladrillo, y algunos tienen sus escaleras de acceso para bajar hasta el nivel del agua. En el interior de los pozos ovalados se observan uno o dos contrafuertes para evitar la caída de los muros. Creemos que parte de estos pozos puedan estar construidos desde la época árabe.


Para hacer girar la noria se empleaba una bestia, bien mula o asno. Se le tapaban los ojos y para mantenerlo en el camino circular se le ataba un palo desde la cabeza al soporte de la palanca. La caballería circulaba por una plataforma o andén, de forma troncocónica y elevada del nivel del suelo, disponía de pequeñas rampas para que subieran los animales.



La alberca es el recipiente donde se acumulaba el agua, servía para regular el riego. La mayoría eran de forma rectangular aunque también las hemos visto circulares, construidas en mampostería y lucida en su interior con mortero de cemento.
El regadío en las huertas era a pie o gravedad, ya que entonces no se contaba con maquinaria para la nivelación del terreno, por lo que regar era una tarea muy trabajosa. Los cultivos hortícolas se plantaban en líneas, haciendo los surcos con el aporcador, después se preparaban los canteros cortando los machos. De la alberca se repartía el agua por las “regaeras” (regueras principales) y mediante las “tornas” se derivaba el agua a los canteros

RELACIÓN DE HUERTAS CON NORIA ANTES DEL PLAN BADAJOZ
Hacemos una relación de huertas con norias que existían en los campos de Talavera en la primera mitad del siglo XX y antes de la llegada del Plan Badajoz. Como comentamos al principio el número de huertas en un determinado momento podrían haber llegado al centenar. Éstas son las que hemos recopilado:

Huertas en el núcleo urbano
1.- H. de las Monjas (interior del Convento)
2.- H. de la Sorda Traver (la mujer del Tío Juan el Boticario, en la calle Arenal)
3.- H. del Mellizo Quintana (su mujer era portuguesa, en la calle Arenal)
4.- H. del Mudo (traseras de la calle Huertas)
5.- H. de Tamayo (en la calle Arenal).

Huertas aledañas al pueblo
6.- H. del Tío Vicente Campito (la compraron los Tostados junto al Cementerio).
7.- H. de Morillo (la llevaban Los Campitos: Manolo y Pepe en el Sitio de La Rotura)
8.- H. de Juanito José (pegando al Puente Nuevo sobre la N-V)
9.- H. de Teodoro el de la Tienda (llamada huerta de los Naranjos)
10.-H. del Tío Mayora (las Suertes del Lejío)
11.-H. del Obispo (junto a la fábrica vieja de los Serrano)

Huertas en Gatuno
12.- H. de Frasco Campito
13.- H. de Leocadio Valle
14.- H. de José Cotrina (la llevaban Los Carriscajo)
15.- H. del Tío Nicasio (huerta que perteneció a los Gragera)
16.- H. del Chorrero (Manuel Becerra Ardila)
17.- H. de Juan Quintana (el Risa)

Sitio de las Huertas
18.- H. de Juan el Compadre
19.- H. de los Pepitos (familia Ordóñez)
20.- H. del Tío Carretero
21.- H. de Braulio (el padre de Ramonína).

Huertas en el Carrascal de Arrobas
22.- H. de Arrobas (Sacabará)

Huertas en el Carrascal del Valenciano
23.- H. de Paciencia (la llevaba el padre de Manolita la de Bárbara)

Huertas en el Borril
24.- H. de Pepe Moreno
25.- H. de Caparrata
26.- H. de Juan Carmona (el padre del cura D, Juan Carmona)
27.- H. de Frascorro
28.- H. de los Campitos
29.- H. del Tío el Queso
30.- H. de Paniagua
31.- H. del Tío Juan el de la Petra.
32.- H. de Agustín Viseas (estaba junto al Molino de la Chapina)
33.- H. de Coleto (la última huerta del Borril)

Huertas en El Plaillo (Pradillo)
34.- H. de Pepe Román.
35.- H. de Los Carteros
36.- H. de Manavó
37.- H. de Pedro el Compadre (junto a la Puentecilla)
38.- H. de Juan Carrillo (conocida como la del Sordo, junto a la Ctra. de la Albuera)
39.- H. del Bizcocho
40.- H. de Mariné (Villalobos)

Huertas en El Holmillo (Hornillo)
41.- H. de Teodoro Romero
42.- H. del Tío Pepe el de las Machas.
43.- H. de las Rieras (junto a la antigua N-V)
44.- H. del Lana (esta huerta la tuvo también Perete)
45.- H. de Diego Pérez
46.- H. de Emilio Villalobos

Huerta en Palomar
47.- H. de Pedro el Lana
48.- H. del Tío Quinto.
49.- H. del Tío Migué Guillén.
50.- H. de Alfonso el de la Berciana.
51.- H. de Eleuterio Valle (Eleuterio el de la Risca)

Huertas en Montero
52.- H. del Tío José Barrera.
53.- H. de los Manoletes (Manuel y Cristóbal)

Huertas en Las Leonas
54.- H. de Los Rápidos
55.- H. de Celestino Verea
56.- H del Cano Burrino

Huertas en Los Mártires
57.- H. de Codosero
58.- H. de Antonio el Durete
59.- H. de Los Pelito
60.- H. de Ramón el Cagón,
61.- H. en la Suerte de Parra
62.- H. de Manolo Doncel

Huertas en el Conde
63.- H. de Manolo Barrera.
64.- H. de Toribio Quintana

Huertas en La Fuente
65.- H. de los Capones
66.- H. del Grifo (en la Fuente Vieja)
67.- H. de Emilio el Parió
68.- H. de Jacinto Ordóñez (Hormiguita)

Huertas en Las Palomillas
69.- H. de José Sayón
70.- H. del Tío Ramón el de la Inés.
71.- H. del Lencero
72.- H. de Antonio el Durete.
73.- H. de Antonio el Remonta
74.- H. de Migué Cotrina
75.- H. de los Cristobina.
76.- H. del Cano Telesforo.
77.- H. de Valentín Villalobos.
78.- H. de Los Broncano
79.- H. de Morillo (tenía otra huerta por esta zona)
80.- H. de Cano el Muelle

Huertas en Los Cañuelos
81.- H. de Pedro Gallego (conocida como la de D. Senén)

Huertas en La Fresnera
82.- H. del Molinero
83.- H. del Campanillo
84.- H. de los Compadres (Hermanos Lobo)
85.- H. del Tío Benigno
86.- H. del Tío Perico el Rarra
87.- H. de los Carmona
88.- H. del Tío Carmona el Calao
89.- H. de Agustín Verea
90.- H. de Emilio Verea
91.- H. de Celestino Verea
92.- H. de Leopoldo Río (la compró Ramón el Carnicero)
93.- H. de Jacinto Villalobos (el Ministro)

Huertas en Las Tierritas
94.- H. D. Julián Pantoja (junto al pozo la Pulga)

Huertas en Calderero
95.- H. del Reondo
96.- H. del Tío Juan Carriscajo (hermano de Antonio Carriscajo)

Huertas en la Galasa
97.- H. del Próspero

Huertas en el Tunante
98.- H. de Manzano (la llevaba el Cano Polo y después Miracielo)

Huertas en la Jesa (Dehesa Boyal)
99.- H. del Cortijo de los Mimbrales


Todavía existe la maquinaria de norias en las huertas del Quinto, Morillo, Arrobas, Las Riera, de las que ya tenemos constancia fotográfica.
Hemos numerado estas huertas para situarlas sobre un plano, por razones obvias de espacio no lo podemos imprimir en la Revista de Ferias y Fiestas. Lo veremos junto a una exposición de fotos de campo, aperos y herramientas proyectada para el próximo año 2010.

EN RECUERDO Y HOMENAJE AL ANTIGUO HORTOLANO
Estamos en el ocaso de una tarde de julio en una huerta talaverana, un burro con paso cansino y con los ojos vendados da vueltas y vueltas a la noria. El calor es de sofoco, el silencio, solo roto por el sonido metálico de la galga, de las chicharras (cigarras) y la de los gritos de los niños bañándose en el agua cristalina de la alberca. El hortolano está terminando de preparar su carro lleno de verduras para transportarlo esa noche a la Plaza Alta de Badajoz.

Y dentro del pueblo en los talleres de costura o en el paseo de la plaza, las jovencitas entonan estas coplillas:

“Todos los hortolanos son barrigones
porque pisan las matas de los melones,
son barrigones porque beben el agua por cajillones,
son patituertos porque pisan las matas de los pimientos
y son chiquininos porque pisan las matas de los pepinos”

“Hortolanito mi padre, hortolanito mi hermano
y hortolanito ha de sé el que a mí me dé la mano”.

“Hortolano cuerpo malo que se te caen los calzones,
en un carrero salado tengo yo mis intenciones”

“Juanito, Juanito, Juan, no bebas agua de noria
que te pones amarillo y no te quiere la novia.”

“Los muchachos de mi pueblo parecen burros de noria
que dan vueltas a la plaza por ver si ven a las novias,
y si no salen, y si no salen, tan contentos se quedan los animales”

En homenaje a los hortolanos, en algunos pueblos de España, se han colocado en plazas o rotondas una noria, que en algunos casos funcionan para deleite de los vecinos y para continuar siendo valorada por las nuevas generaciones. No estaría demás el acondicionar en alguna plazuela o parque de nuestro pueblo una noria.


Grupo de Coros y Danzas “Luis Chamizo”
Sección de Investigación de la Historia y Folclore

Autores: Cristóbal Cansado y Antonio Gómez


Nota. Acabamos de recibir el reciente ejemplar de la Revista “Talavera Imagen” que curiosa y casual, publica en su portada una fotografía de la “Noria de Morillo”. Observamos, que desde el Ayuntamiento se aprecia cierta sensibilidad hacia nuestro patrimonio etnográfico, a ver si se anima y pone en marcha nuestra sugerencia colocando una noria.

miércoles, diciembre 23, 2009

EL CULTIVO TRADICIONAL DEL TOMATE TALAVERANO. VARIEDADES AUTÓCTONAS Y VARIEDADES LOCALES


LA PÉRDIDA DE NUESTRO PATRIMONIO VEGETAL : LAS SEMILLAS

De suma importancia es “poner en valor” nuestro Patrimonio Vegetal o Fitogenético, cuya mayor diversidad se daba en las huertas y entre las que destacaban las variedades autóctonas y locales de tomates. Productos -como nuestro tomate- han sido históricamente de nombradía y, traspasaron las lindes locales para tener fama en los pueblos de alrededor y otros distantes en Extremadura.
La biodiversidad agraria y las semillas han sido un factor de producción indispensable en la agricultura. Hasta los años cincuenta existía una gran cantidad de especies autóctonas y de variedades silvestres cultivadas.
Uno de los aspectos centrales en la economía de nuestros campesinos era el de contar con un fondo de reemplazo para sus semillas, utilizando bien métodos conservación o de intercambio. Las diferentes formas de intercambio no sólo atendían a la necesidad económica, sino también a la evitación de la depresión endogámica, pérdida de adaptación (vigor, viabilidad, fecundidad...) por los cruces repetidos dentro de las mismas familias.
El agricultor elegía al recoger las semillas de tomates para el año siguiente, las plantas más vigorosas, resistentes, los frutos mejor conformados, atiende al color, el olor, sabor, tamaño, etc. -lo que se denominan características organolépticas- . Hace una selección fenotípica siguiendo sus propios criterios


El cambio de la agricultura tradicional a la agricultura industrial se realizó entre los años cincuenta al sesenta - y en Extremadura- fue el Plan Badajoz el que aceleró este proceso con la introducción de factores de producción suministrados por la agroindustria, tales como: semillas, fertilizantes, plaguicidas, insecticidas, piensos, tecnología de maquinaria, etc.
Pero este cambio supuso un ritmo creciente en la desaparición de las semillas de tomates locales, que fueron mantenidas y mejoradas durante siglos -y de una manera altruista- por nuestros hortolanos.
El diseño de semillas híbridas que resultan estériles tras su cosecha, ya no pueden ser utilizadas por los agricultores como fondo de reemplazo. El agricultor moderno ha perdido el patrimonio de las semillas; éste ha caído en manos de multinacionales y transnacionales que imponen uniformidad en vez de biodiversidad.
Por eso, este “valor tradicional de nuestro tomate talaverano” debe ser rescatado y retomado hoy bajo otros parámetros

LA DENOMINACIÓN “ TOMATE TALAVERANO”

La tradición del cultivo del tomate viene de antiguo, el Interrogatorio de la Real Audiencia de 1791 nos relata, entre otros, el cultivo del tomate y su riego con norias:
“Hai veinte y dos huertas que se riegan con las aguas de sus respectivos pozos con la maquina de norias y trabajo de cavallerías, en ellas se crian generalmente coles, lechugas, escarolas, coliflor, rabanos, navos, pepinos, tomates...”

Durante muchos años el tomate talaverano ha tenido una amplia dispersión geográfica. A Talavera se venían a comprar plantas o tomates de diferentes partes de Extremadura .

Así en la prensa encontramos una alusión al tomate talaverano en la Campiña Sur de la provincia de Badajoz, como escribe para el Diario HOY el 24 de abril de 2009, Juan Serna. Consultor en Agroalimentación y Medio Ambiente:

“En los pueblos se cultivan aún hortalizas y frutas que conservan todo el sabor aportado por el esfuerzo de hortelanos sabios. ..Basta buscar a los más antiguos del lugar, a los que conservan y seleccionan sus semillas y las guardan en botes. Y de principio a final tendremos la hortaliza reina: los tomates talaveranos, los de raf, los corrugados, los de sangre de toro..”

También en el mismo diario HOY, con fecha 5 de septiembre de 2009, en una degustación que llevó a cabo el INIA en Plasencia, una señora llamada Adela nos cuenta:

“Fue darle el primer mordisco a un tomate rojo, reventón, y Adela se tele transportó. Le gustó mucho un tomate talaverano que le llenó las papilas de recuerdos. Era igualito que los que tomaba cuando tenía 50 años menos. No los había vuelto a probar. ¡Que cosa más rica! Y cerro los ojos para seguir recordando”

En un blog del Diario el Avisador de Badajoz, nos encontramos un chat hablando sobre el tomate talaverano, que estaba por esas fechas en Badajoz, a un precio de 0,89 Euros/kg y también varios comentarios de recuerdos a sabores nostálgicos de aquellos antiguos tomates.

En las fichas de recolección (pasaportes) del Centro de Recursos Fitogenéticos -como más adelante desarrollaremos- tenemos dos referencias al tomate talaverano, una en la población de Campillo de Llerena y otra en la de Montánchez.

En nuestro folklore también le cantamos a esta tradición tomatera en la misa de San Isidro, diciendo:

¡Ay! Ay! San Isidro
que traigo espigas que son de trigo
tomates de Talavera
y un borrego vivo.

Y jóvenes como Agy, con una poesía que se publicaba en la Revista el Progreso y que tenemos colgada en este blog Crónicas de Talavera:
Talavera... Deportista saetera y
la Real,´ progresista. sandunguera.
la auténtica Talavera Talavera...
la del cante avionera, siempre hay...
del tomate. carnavalera, quien te quiera.

VARIEDADES AUTÓCTONAS Y LOCALES DE TOMATE CONOCIDAS

Las flores de las especies silvestres del tomate son hermafroditas. Las de la especie Solanum Lycopersicum son autógamas (especies que se autopolinizan y se autofecundan) y también son autocompatibles. Su sinónimo la Lycopersicum sculentum Mill a la que pertenecen las variedades de Talavera, dan frutos generalmente rojos, y se cultivan de forma rastrera.

Las más antiguas y recordadas que se pueden considerar “autóctonas” son las de tomate rugoso y las de tomate peludo, que eran las dos de tomates de buen tamaño y muy duros.
Después llegaron variedades de fuera (alóctonas) que “localmente” han sido conocidas como:
-Tomate negrito, llamado también madrileño, por su procedencia de Villa del Prado (Madrid). Es un tomate de buen tamaño, rugoso y piel dura.
-Tomate melillero de procedencia Velez-Málaga. Se cultiva en la Vega de Zafarraya (Granada). Es nombrado también como tomate de Zafarraya. El fruto es arriñonado, de tamaño medio, la forma redondeada, aunque ligeramente achatada y la, de tamaño medio, la forma redondeada, aunque ligeramente achatada y la piel muy lisa. Tiene color rojo cuando está maduro. Su productividad es bastante elevada y tiene una aceptable conservación en fresco (aguanta más tiempo en buenas condiciones que otras variedades)
-Tomate abisinio procedente de Italia. Mas temprano que el tomate melillero pero más blando (No hemos encontrado más referencias de este tomate)
-Tomate blanco talaverano, (tenemos pocas referencias y ninguna descripción).
-Tomate talaverano en Montánchez, según el INIA, en su descripción es un tomate rojo, mas redondo y pequeño que el negrito, con prolongación apical.
-Tomate talaverano en Campillo de Llerena, no tenemos detalle de sus características.
-Tomate talaverano en Hornachos, no tenemos detalle de sus características.
-Tomate de telaraña conocido en otras localidades como: de cuelga, colguines o tomate de todo el año. El fruto es redondo parecido al cherry, son sabrosos y jugosos pudiendo disfrutar del sabor de tomate fuera de temporada. Pueden conservarse en buen estado después de arrancar la mata y colgarla en sitio fresco y seco durante varios meses ( invierno y primavera), el tomate sigue viviendo de ella hasta secarse.

CICLO VEGETATIVO DEL TOMATE NEGRITO

Este año 2009 hemos hecho en la Huerta del Quinto el seguimiento del ciclo vegetativo del tomate “variedad negrito”, cultivado en la forma antigua y plantados por Francisco González Tienza (Quico el de Salud) También pone esta misma variedad Anastasio el Porra en el Sitio del Palomar.



CUIDADOS CULTURALES

Aperos y herramientas
En el cultivo del tomate se utilizaban los aperos de tiro con animal como la vertedera, el trillo, el rastrillo, la maquinilla, el aporcador y para el transporte el carro. Herramientas de mano como el pico de plantar, el mocafre (almocafre), el rodo, la sacha (zacha), la simbarra (cimbarra), la sacha de huerta (genuina de Talavera), etc.

Los semilleros “joyos” o “criaeros”
El comienzo del cultivo del tomate empezaba por los semilleros, que aquí se denominaban “ joyos ” (hoyos) o “criaeros”. (En Valencia las hoyas son los semilleros en los que crece el plantel para los cultivos de transplante)
Antes de la llegada de los plásticos, se construían de manera artesanal, comenzando a prepararlos a principios de enero por los Reyes. La fabricación de este semillero antiguo o semillero de cama caliente ha desaparecido completamente. Como se sabe consistía en hacer durante los meses de invierno un balaguero alomado y alargado de estiércol pajizo procedente de las cuadras, que para conseguir la fermentación se regaba.
Se preparaba el cesto o nido con estacas y cañas alrededor y se tupía en forma de cama, siendo esta la base del semillero. Encima de esta base se esparcía una capa de grosor aproximado de una cuarta de estiércol terrizo (estiércol ya meteorizado y procedente del año anterior), sobre la misma se repartía la semilla de tomate a voleo según la pericia del agricultor. Después una nueva capa fina de dos dedos de estiércol terrizo y posterior riego. Para mantener la temperatura y evitar la helada la siembra se tapaba con juncos.
Cuando la planta ya ha nacido -aproximadamente 10 días después de la siembra- se retira la capa de juncos y se colocan encima del semillero los “bardos”, que son un armazón a base de cañas atadas a un entramado de juncos, gamasa (magarza) y bayón (aneas)
En los semilleros operación importante es quitar las malas hierbas, acción que se hacía normalmente a mano, y otra es la de dar riegos continuos. También destaparlos durante el día para solearse y bajar los bardos al anochecer para evitar la pérdida de plantas por las heladas. Esta labor se nos encomendaba a veces a los niños que la efectuábamos antes de entrar y al salir de la escuela.
La mayor concentración de joyos se ubicaban en los alrededores del cementerio. Algunos de los que echaban criaeros eran: los Manolete, los Blases, el tío José Barrera, Juan Barrera, los Carriscajo, los Tostado. También se hacían joyos en las huertas y en los solares o corralones dentro del pueblo.
Amén de las plantas necesarias para el trasplante, otra parte se vendía a foráneos, lo que ocasionó como hemos dicho al principio la dispersión geográfica de estas variedades de tomates. Venían a comprar plantas del norte y sur de Extremadura o bien se mandaban en paquetes por autobús ( como hacía Bartolo el de la Parada). Por esas fechas aparecían personajes pintorescos a comprar plantas como el “tío del paraguas” que era natural de Alcuéscar o más adelante a comprar tomates como “el gitano señorito” de Sevilla.

Transplante
Cuando las plantas alcanzaban una altura aconsejable, entre 10 a 15 cms., se arrancaban del semillero con su cepellón de raíces, mojándolas en agua. Las plantas de contabilizaban por millares. La puesta (trasplante) del tomate se llevaba a cabo sobre las fechas del 15 al 20 de marzo. Se hacía de forma manual con el pico de plantar. En una fanega de tierra se podían trasplantar entre 15000 a 20000 plantas

Arrayado
El “arrayado” (rayado) sobre el terreno, se ejecutaba con pies de maquinilla separados a una distancia entre los 70 a 80 cm. (separación entre líneos). Hoy el tomate industrial se planta a 75 cms. Entre una planta y otra se dejaba una distancia entre los 20 a 30 cms. (una cuarta o cuarta y media). Cuanto mayor es esta separación mejor desarrollo tendrán las plantas y los tomates. El antiguo hortolano atendía más a la calidad del fruto que a la producción, pues este iba para la venta en plazas (el tomate tenía que entrar por los ojos)

Escarda
Entre los cuidados culturales estaba la escarda, eliminación de las malas hierbas que crecen entre los líneos de plantas. Se hacía con el animal y la maquinilla colocándole unas cuchillas de corte (mariposas). Entre las matas de tomates el desyerbado se ejecutaba a mano utilizando el mocafre.
También se rompía la costra del suelo para mantener la humedad ( igual que en las viñas) hasta que llegase el momento del riego.

Riegos
Los riegos se hacían a pie o gravedad con el agua procedente de norias y a partir de los años 50 de las acequias del Plan Badajoz. En nuestro artículo de la Revista de Ferias comentábamos que el número de norias podían llegar al centenar e incluso sobrepasarlo.
Para realizar el riego se preparaban los surcos con un aporcador. Se cortaban los machos con la “sacha” y se fabricaban los canteros ( de 1 o 2 piezas) dependiendo del caudal del pozo .De la reguera principal se suministraba el agua a los canteros abriendo las tornas. El tomate requería un riego cada 3 o 4 días, dependiendo de la climatología o del tipo de suelo incluso necesitaban regarse cada 2 días.

El descogolle o poda
El descogolle o poda del tomate es la operación más importante, pues ésta influye en la precocidad del fruto. La finalidad de la poda es adelantar la formación y maduración de los frutos, intentando que toda la riqueza (beneficio) de la planta se dirija a los tomates de los primeros ramos que son los que se venderán a mejor precio.

Se realizan tres descogollados o podas:
El primer descogolle consiste en quitar los hijastros de la parte baja de la planta, ya que absorben la savia del primer ramo u horquilla. Se elimina también el llamado tomate ladrón (tomate irregular , de mala vista ). Después de efectuado este primer descogolle, se proceda a aterrar y aporcar la plantación para después regar.
El segundo descogolle consiste en anular el resto de los ramos de las plantas, quedando la misma con los tres principales.
El tercer y último descogolle es para quitarle las yemas intermedias entre las hojas y los brazos.
Esta técnica de cultivo no debiera perderse y no estaría mal que se enseñara a agricultores jóvenes y no tan jóvenes, en los centros de formación agraria, en las escuelas taller o por otros medios.

Abonados
A base de estercolados que se realizaban repartiéndolo por la parcela en montones y esparciéndolo después con horquillas o directamente desde el carro.

Enfermedades y plagas.
La incidencia de las plagas era insignificante en el cultivo del tomate. El tratamiento de enfermedades y plagas se realizaba de forma artesanal. Así la mangria (manglia) se combatía con tierra caliente y el rayo ( alacrán cebollero- grillotalpa) se iba cazarlos de noche con farol, la gallinita ciega (melolonta) se cazaba a determinas horas observando los montones de tierra movida. Los topillos (mycrotus) con trampas y cebos de pan. Persistía aún la lucha biológica, pues las incipientes plagas conservaban aún sus enemigos naturales.
Un técnico de California en el reciente Congreso del Tomate de Industria en Badajoz, ha comentado la necesidad de recuperación de variedades autóctonas para encontrar en ellas genes con resistencia a enfermedades.

Después de ver todas estos cuidados culturales, hay que resaltar la enorme vinculación entre agricultura ecológica y el cultivo tradicional de estas variedades. Pero la introducción que vino después de abonos naturales como el Nitrato de Chile y otros de síntesis como la Urea. Productos químicos como el azufre e insecticidas organofosforados como el metasixtos y organoclorados como el DDT hicieron que desapareciera ese carácter de cultivo ecológico.

LA COGIDA (RECOLECCIÓN) DEL TOMATE

Recolección
La “cogida” (recolección) se efectuaba a mano, esta actividad daba gran cantidad de jornales (hoy se llama cultivo social), se empleaban cuadrillas de mujeres con sus respectivas manijeras (Valentina La Ramira, Tomasa la Huevera, Angelita la Latera).
Para la cogida los primeros envases utilizados eran esportones o cestos ( de cuerdas –pitas-, de pleitas, cañas, castaño, esparto, aneas) que se vertían sobre banastas.
El primer corte se venía efectuando a mediados de junio, coincidiendo con San Juan. Algunos años el adelanto era tal, que incluso por San Isidro ya se comían gazpachos y ensaladas con los primeros tomates talaveranos. Por lo que se cantaba en la romería, -un año sobre 1950- se quedaron sin probarlos:

“Y este año a San Isidro
le tenemos que desí
que los tomates se helaron
un veintiocho de abrí”

La construcción de un “sombrajo” o “sombraje” a base de estacas y bardos era fundamental en la cogida del tomate. Se quedaban uno o dos laterales libres para que corriese el aire, se regaba el suelo y a su sombra se pesaban, seleccionaban y encaraban los tomates para la venta. También este umbráculo se utilizaba para comer, descansar y para echar alguna que otra siesta.
Posteriormente, para la cogida aparecieron las cajas de madera y finalmente las de plástico. Hoy la recolección manual ha desaparecido y esta se hace con cosechadoras que aportan muchas ventajas.

Producción y precios
Los tomates se cogían tanto los maduros colorados y los pintones. Cada mata venía dando unos ¾ a 1 kg de fruto (1 kg de tomates por planta se podía considerar una buena producción). Si en una fanega de tierra se podían trasplantar entre 15000 a 20000 plantas la cosecha podría estar entre esas mismas cantidades de kilos. En esta época dada la escasez que había de tomate ( pues no existían los invernaderos) éstos tempranos se llegaban a pagar a muy buen precio.
Cuando se vendía el tomatá (tomatal) entero, los precios por mata oscilaron entre las 9 perras gordas (90 céntimos), la peseta o los cinco reales (1,25 ptas) y ya los últimos se vendieron a 1,50 pesetas. El hortolano seguía cuidando de la plantación, de los riegos y gestionaba también la cogida buscando a los jornaleros.

El destino
Los productos de las huertas tenían como primer destino el consumo propio de la población y para otras poblaciones de Extremadura que acudían a comprarlos bien a peso o el tomatal completo
Venían a comprar plantas y tomates entre otros lugares de pueblos de la Sierra de Gata, de Coria, de Alcuéscar, de Montánchez. De pueblos de los alrededores de Mérida, de Feria, Fuente del Maestre (Tío Zambrano), Corte de Peleas, de la Campiña Sur, de Campillo de Llerena, de Villanueva de la Serena (Los Lanchero, Vicente Rodríguez...).
Para la venta funcionaban los corredores o asentadores como Paco el Malagueño y su hijo Pepe, Piojo, Bartolo el de la Parada, Migué el Mecha (tenía un puesto en la fábrica de los Serrano), los Sierra, Bernabé.
Se llevaban también los tomates a tiendas y mercados de Badajoz y Cáceres. Para la Plaza Alta salían los carros de madrugada cargados de tomates y hortalizas. Entre otros llevaban verduras a Badajoz: El Tío Alberto Carriscajo, Juan Carriscajo, Pepe el de la Machas, Juanillo el de la Inés, Los Verea, el Loco Ardila, Carmona El Calao, El Remonta , el Durete, Perico el Rarra, el Tío Juan el de la Petra, el Tío el Queso, Antonio Toconera, Ramón el Cagón, Alfonso el de la Berciana.
Otros agricultores embarcaban las banastas con tomates y otras hortalizas en el tren con destino a la plaza de Cáceres, como: Antonio el Durete, Manolo Barrera, Antonio el Remonta, Valeriano Durán el de las Sardinas.
Las banastas llenas tenían un peso 4 arrobas unos 50 kgs de tomates. Una vez colocados y encarados los tomates las banastas eran cosidas con sacos de esparto.

La economía del cultivo del tomate
El cultivo del tomate daba una gran cantidad de jornales y significaba para el pueblo una buena fuente de ingresos, hasta el punto que agricultores de secano se pasaban a este cultivo de regadío. También los jornaleros o braceros arrendaban una parcela de tierra (entre una fanega a una hectárea) para plantarla de tomates.
En esta época en Talavera había gran movimiento de personal, tanto los que venían a coger tomates como los que venían a comprarlos. Los transeúntes se hospedaban en: La Posada de Juan Núñez (personas y animales) la Posada del Risa (más bien animales) y la Posada del Paradó (Juan el de la Posada) en la calle Derecha (los más pudientes), en esta posada se echaban los bandos por el pregonero.


LOS BANCOS DE GERMOPLASPA. EL CRF CENTRO DE RECURSOS FITOGENÉTICOS

Obtención de semillas de remplazo
El agricultor obtiene las semillas mediante un proceso que comprende las fases de limpieza, fermentación, lavado y secado. El agricultor aprovechaba la fabricación de conservas caseras de tomates para la recogida de semillas.

Colectas de semillas. Bancos de germoplasma.
Investigadores sensibilizados por la problemática de la pérdida de la biodiversidad, decidieron llevar a cabo colectas de materiales de hortalizas y otros. Surgió la necesidad de conservar todo este material recogido de manos de los agricultores que lo habían guardado durante muchos años y se instaló todo una red de bancos de germoplasma (bancos de semillas).

En los bancos de germoplasma las semillas se mantienen en cámaras especialmente diseñadas para su conservación a –3º C. La sequedad de las semillas se garantiza guardándolas en tarros de vidrio herméticos y con gel de sílice como desecante. Debido a la pérdida de germinabilidad, todas las entradas se tienen que reproducir cada cierto tiempo, recogiendo la nueva semilla que se almacena junto con las originales.

Para la consulta de variedades de tomates recogidas en las distintas localidades de Extremadura tenemos dos bases de datos: el Inventario Nacional de Recursos Fitogenéticos , donde se encuentran las colecciones “activas” en las que las semillas se multiplican y se pueden suministrar muestras bajo la oportuna petición. Y la base de datos de semillas conservadas en el Centro de Recursos Fitogenéticos CRF , estas colecciones “base” tiene un objetivo de conservación y las muestras de semillas no se suministran a los peticionarios. (material no disponible) El que más acumula de variedades de tomates es el CRF de Madrid.

Las semillas de tomate de Talavera fueron recogidas por el CRF , parte de ellas se quedó en dicho banco y otra se envió al banco “activo” de Zaragoza” ESP027 para su multiplicación.

Consultas en el Banco de Datos de Pasaportes

-Para la provincia de Badajoz nos aparecen 90 registros de variedades de tomates.
-Para la provincia de Cáceres 69 registros de variedades de tomates
En las fichas de recolección (registros) con las denominaciones “locales” dadas en Talavera nos hemos encontrado con:
Nombre de entrada: Tomate negrito Localidad: Talavera la Real
Tomate negro Talavera la Real
Tomate talaverano Campillo de Llerena
Tomate talaverano Montánchez
Tomate rugoso Maguilla
Tomate melillero La Cardenchosa (Azuga) (2v)

En el Centro de Investigación de la Orden- Valdesequera -Banco de Germoplasma de la Orden- no hay semillas de tomates, sí de altramuces y pratenses.
Hubo también un trabajo desarrollado por parte del CETAEX (Villafranco del Guadiana) que recolectaron también estas semillas locales.


LAS EXPERIENCIAS DEL INIA. EN LA RECUPERACIÓN DE VARIEDADES AUTÓCTONAS.

El Instituto Nacional de Investigaciones Agronómicas INIA ha iniciado unas experiencias seleccionando una serie de variedades de tomates y las ha cultivado el año pasado 2008 en una finca de Madrid.
En este año 2009 se han plantado en fincas de Navalmoral y Robledillo de la Vera, los resultados se han dado a conocer entre profesionales y público en general. Los profesionales tuvieron que puntuar entre 14 variedades de cada una de las especies elegidas, valores como el aspecto general, tamaño, color, olor y sabor. A los no especializados se les dio a probar estos frutos.
Del tomate talaverano se utilizaron dos variedades: la variedad “negrito” de Talavera y la variedad tomate de Talavera procedente de Montánchez.
Las conclusiones de este estudio se tendrán en el 2010, es un proyecto del Ministerio del Medio Ambiente, Centro de Investigación y Desarrollo en Agricultura Ecológica de Plasencia y de la Concejalía de Desarrollo Sostenible de esta localidad.
La pretensión de este proyecto es sacar al mercado unos frutos, que por su gran calidad, serán demandados por un sector del mercado diferente al mercado ecológico.


PROYECTO DE FUTURO

Tenemos que destacar el papel del hortolano jubilado en la preservación de estas especies y variedades autóctonas. Por eso, para este proyecto de futuro que se está realizando ya en otros lugares de Extremadura ( estudios del profesor Rufino Acosta, Universidad de Sevilla ), pasa por:
-Poner en manos de estos experimentados agricultores- y de otros muchos aficionados- semillas para que no se pierdan estas variedades de tomates.
-Conseguir la implicación de la administración regional y de nuestros “gobernantes locales” en este nuestro patrimonio llamado “tomate talaverano”, por lo que pueda suponer para la gastronomía local o regional y la utilización de este alimento como medio de distinción o de reclamo turístico para nuestra localidad.

AGRADECIMIENTOS

Nuestro sincero agradecimiento en la ayuda prestada, a los técnicos del INIA María Ramos del Centro de Investigación y Desarrollo en Agricultura Ecológica de Plasencia; a Celia de la Cuadra e Isaura Martín del Centro de Recursos Fitogenéticos; a los agricultores de Talavera por sus aportaciones -en especial a mi padre, Juan Cansado- y a todas las personas que gustosamente nos siguen suministrando fotos.


Cristóbal Cansado y Antonio Gómez

sábado, diciembre 12, 2009

MIS NOTAS DE HISTORIA

Este es el título escogido por Félix Cuenda García para su libro de poesías.
Talaverano de adopción, en la actualidad residente en el Hogar del Pensionista de nuestro pueblo, sabemos de su afición por las letras, sobre todo la poesía, lector incansable, asiduo de nuestra biblioteca y casi siempre con algún libro en la mano.


Cuenta el libro con 260 páginas en las que podemos leer un prólogo del autor, sesenta y seis poesías, cinco cartas y un índice.
En el prólogo y en la contraportada nos narra el poeta la justificación de esta publicación y el contenido de la misma. El devenir de la historia que le tocó vivir, desde la república hasta nuestros días, y todo llevado a la rima.
También incluye cinco cartas, fruto de la relación epistolar entre Félix y personalidades de la importancia de S.M. el Rey de España y D. José María Aznar.
El estilo es al que nos tiene acostumbrado el autor (algunas poesías ya habían sido dadas a conocer), sencillo, con rimas fáciles, de lectura tranquila, lenguaje asequible a todos los públicos.
El libro ha sido editado por Otra Dimensión Editores (Belgeuse Grupo Editorial) en julio de 2009, en Madrid. Edición cartoné de 21 x 15 cm. Se puede comprar en algunos establecimientos comerciales de Talavera al precio de 10€.

Antonio Gómez Broncano.
Talavera la Real, diciembre de 2009.