martes, marzo 27, 2007

TALAVERANOS EN EL DESCUBRIMIENTO, CONQUISTA Y COLONIZACIÓN DE AMÉRICA (I) por Esteban Mira Caballos, doctor en Historia de América

1. INTRODUCCIÓN
La emigración española a América está recibiendo en los últimos años una enorme atención por parte de los historiadores americanistas que cada vez con más precisión están realizando un estudio cuantitativo del número de personas que marcharon al Nuevo Mundo y sus repercusiones a ambos lados del Océano. Pese a todo, todavía hoy sigue siendo imposible saber el porcentaje exacto de emigración ilegal que cruzó el océano con destino a las Indias españolas.
La fuente básica para elaborar el presente texto han sido los registros de pasajeros de la Casa de la Contratación que hemos completado con algunos documentos de Bienes de difuntos, conservados en la sección de Contratación del Archivo General de Indias. Asimismo, nos han sido de gran utilidad los ficheros de pasajeros extremeños, elaborados por las doctoras Sánchez Rubio y Lemús López para los siglos XVI y XVII respectivamente.
En el trabajo de campo en el Archivo General de Indias hemos encontrado algunas dificultades a la hora de localizar los expedientes, por la confusión con los que eran de Talavera de la Reina. Algunos documentos habían sido clasificados por los facultativos como de Talavera la Real cuando bastaba ojearlos para darse cuenta de que se hablaba de la archidiócesis de Toledo. Pese aello, debemos decir que los propios talaveranos, probablemente conscientes de la posible confusión toponímica, se encargaron en sus documentos de alejar cualquier duda. Con frecuencia aparece denominada como Talaveruela, una aldea de Badajoz, o bien directamente como Talavera de Badajoz, o Talavera en la jurisdicción de la ciudad de Badajoz. Así, por ejemplo, Ana y Francisca de Arévalo decían ser en 1552, “vecinas del lugar de Talavera, tierra de Badajoz” . Y por su parte, el clérigo Bartolomé de Villalobos decía ser natural de “la aldea de Talaveruela, cerca de Badajoz”.
Como es bien sabido, la Casa de la Contratación recibió en 1509 la orden de registrar a todos los pasajeros que se embarcaban para las Indias, "asentando qué es cada uno y de qué oficio y manera ha vivido" y enviando esta información al gobernador u oficiales de las distintas regiones indianas para que vigilasen que estas personas continuaban allá ejerciendo el oficio que tradicionalmente habían practicado en la Península.
Sin embargo, esta fuente solo registra una parte de las personas que realmente cruzaron el océano ya que, por un lado, la Corona en distintos momentos, para fomentar el poblamiento de las nuevas tierras descubiertas, relajó el control, y, por el otro, existió una importante emigración ilegal que no fue detectada por los oficiales de la Casa de la Contratación. Este tráfico ilícito ha sido valorado por algunos historiadores entre el 15 y el 30 por ciento del contingente legal. El mismo padre fray Bartolomé de Las Casas se hizo eco en su "Historia de las Indias" del abundante tráfico humano que sin licencia pasaba al Nuevo Mundo, de forma que en una representación al Rey, fechada en 1542, le pidió que para remediarlo se pregonase a los pilotos y maestres "que ninguno fuese osado de llevar hombre secretamente, so grandes penas . Sin embargo, la emigración ilegal fue imposible de evitar, pues, no en vano, en 1546, la Corona volvió a insistir a sus oficiales que vigilaran especialmente a los que iban a las Canarias "pues so color de decir que van a Canarias se pasan a las Indias".
En el caso concreto de Talavera la Real, contamos con una fuente local alternativa a los registros de pasajeros como son los protocolos notariales históricos, cuyos datos americanistas han sido magníficamente extractados por el profesor Fernando Marcos. Sin embargo, para tener un conocimiento más completo habría que recurrir a la documentación parroquial y a la que se conserva en el obispado de Badajoz, donde se recogen muchas de las capellanías fundadas por indianos en la diócesis badajocense.


2. LA EMIGRACIÓN TALAVERANA EN NÚMEROS ABSOLUTOS
Tenemos localizados apenas 104 emigrantes de Talavera la Real pese a lo cual sospechamos, por los indicios de que disponemos, que la cifra real debió acercarse a los dos centenares. Aunque puedan parecer pocos, no podemos olvidar que Talavera fue hasta 1640 una simple aldea de Badajoz que, según un versado historiador del siglo XVIII, tuvo en su época unos 400 vecinos y entre 200 y 300 a mediados del quinientos.
La emigración de talaveranos a las Indias tiene un período de máxima intensidad que coincide con el siglo XVI, disminuyendo notablemente en el XVII para hacerse casi insignificante en la siguiente centuria. Esta aseveración se puede comprobar a la luz de los datos ofrecidos en el cuadro que exponemos a continuación:

Según se refleja en este cuadro, en el siglo XVI pasaron cerca de dos terceras partes de toda la emigración. En el siglo XVII el fenómeno migratorio se ralentizó, para hacerse casi inexistente en el siglo XVIII. La evolución coincide bastante fielmente con la tendencia general de la emigración española en general y extremeña en particular, que arroja porcentajes muy parecidos.
Como ya hemos asegurado, en términos absolutos la aportación humana de Talavera fue muy escasa, concretamente un 0,7 por ciento del total de emigrantes extremeños que se estima en 14.905 . Sin embargo, dada la limitada población de Talavera, que se mueve en lo siglos XVI y XVII por debajo del medio millar de vecinos, estas migraciones debieron afectar bastante a su evolución demográfica.
Con respecto a las causas, no cabe ninguna duda de que fundamentalmente los movió la necesidad económica. Como escribió Céspedes del Castillo, las gentes del interior, poco acostumbradas al mar, debían ver la travesía atlántica como algo traumático y pavoroso . Sólo la pobreza, más que aspectos ideológicos, religiosos o políticos, los decidió a abandonar una vida miserable pero segura en Talavera por un sueño de mejora social fuera de su patria natal. Así, por ejemplo en 1617 Isabel Vázquez autorizaba a su marido Pedro Vázquez Valdovinos a ir a las Indias “por cuanto dicho su marido, por algunas causas justas, no puede estar ni asistir en esta tierra y estar, como están, tan pobres y necesitados y no se poder sustentar, ni a sus hijos, conforme a la calidad de sus personas…”.
A esta circunstancia había que unir el enorme atractivo económico que representaba el Nuevo Mundo, de ahí que muchos vendieran todos sus bienes en la Península para pagarse el viaje, endeudando a su familia durante años. De hecho, a veces la licencia no era fácil de obtener y algunos pasaban en Sevilla muchos meses gastando el dinero obtenido de la venta de sus bienes raíces. Así, cuando Pedro Camacho consiguió por fin licencia, en 1592, para pasar a Cuba por ocho años se le pidió una fianza de 200.000 maravedís. El hombre absolutamente decepcionado pidió encarecidamente que se le revocase esta fianza “porque es hombre pobre y no hallará quien le fíe”. Transcurrido más de un año desde que llegó a Sevilla, por fin, este desdichado talaverano obtuvo su licencia, concretamente el 10 de febrero de 1593, esta vez sin tener que abonar ninguna cuantía en concepto de fianza.
Probablemente sabían de los riesgos de la aventura indiana, pues decenas eran los que morían en la travesía o en los primeros meses de su llegada a América por enfermedades y hambre. Pero, el modelo que seguían estos talaveranos no era el de aquellos que se fueron y de los que nunca más oyeron sino el de aquellos otros que regresaron ricos a su tierra natal. Conocemos al menos dos casos, el de Sebastián García Espino que afirmó en su testamento, redactado en Pamplona (Nuevo Reino de Granada), que instituyó la capellanía en Talavera “al tiempo que yo vine a España” . Y el del acaudalado comerciante Baltasar Álvarez que sabemos estuvo al menos en dos ocasiones en Talavera, encarnando sin duda el ejemplo con el que muchos jóvenes desheredados de Talavera soñaban.

sábado, marzo 17, 2007

miércoles, marzo 14, 2007

La población de Talavera la Real entre 1900 y 2001

El presente artículo es una síntesis de la charla dada el mes de octubre de 2003 dentro de las actividades desarrolladas por el Foro Parroquial a lo largo del año. Esto me sirve para recordaros la existencia de este grupo que pretende contribuir, dentro de sus posibilidades, a la promoción cultural de nuestra localidad y de sus habitantes.

Cualquier estudio demográfico incide, en primer lugar, en las cifras. Esta variable representa, además, uno de los aspectos que más llama la atención de los habitantes de una localidad cualquiera: ¿cuántos somos?, ¿cuántos hemos sido a lo largo de la historia?

Los datos censales de Talavera la Real a lo largo del siglo XX aparecen en el gráfico nº 1. En él apreciamos dos líneas: la negra une la población inicial con la final y supone una hipotética evolución regular de la población (por tanto, no es real); la roja sí corresponde al desarrollo cierto de la población talaverana en el siglo pasado, presentando altibajos que delatan la existencia de circunstancias históricas (sociales, políticas, económicas, culturales) que han determinado nuestro crecimiento demográfico.
¿Qué acontecimientos históricos son determinantes en la evolución de la población española, extremeña y talaverana?
  • Una guerra civil.
  • Una difícil posguerra.
  • Un desarrollo económico nacional y europeo.
  • Una apertura democrática.
  • Una elevación del nivel de vida de los españoles.
  • Unos recientes y profundos cambios sociales y culturales.
¿Qué consecuencias demográficas tiene cada acontecimiento o proceso?
  • La guerra civil trajo consigo un aumento importante de la mortalidad, una caída de la natalidad y la existencia de desplazamientos forzosos (exilio).
  • La posguerra incidió en el mantenimiento de la sobremortalidad y la subnatalidad.
  • El desarrollo económico nacional y europeo rompió con esta dinámica, permitiendo la recuperación de la natalidad y la reducción drástica de la mortalidad. Asimismo, aceleró los procesos de emigración rural y concentración urbana.
  • La apertura democrática y la elevación del nivel de vida de los españoles dieron lugar a la difusión y generalización de patrones de conducta social y cultural (entre ellos, la sexual) novedosos. En el ámbito demográfico supusieron bajadas muy importantes de la mortalidad, la natalidad y la fecundidad, así como la aceleración del proceso de envejecimiento de la población.
¿Se cumplen las anteriores afirmaciones en el caso talaverano? En general, podemos afirmar que sí, aunque con algunos matices:
  • La evolución de la mortalidad presenta una línea secular claramente descendente, con algunos picos que se corresponden con la gripe de 1918, la guerra civil y la posguerra.
  • La natalidad desciende aún más, con momentos muy depresivos (guerra civil y en la actualidad) y otros expansivos (a partir de 1945, una vez superados los peores años de la posguerra; finales de los 50 e inicios de los 60, debido a la etapa de desarrollo económico acelerado; y en los inicios de la década de los 80, quizás relacionado con el desarrollo económico que supuso el inicio de la política autonómica). La explicación para entender la situación actual de la natalidad y fecundidad en nuestra localidad debe hacer referencia a comportamientos sociales subyacentes, presentes en todos los sectores sociales de nuestro país.
En la actualidad, Talavera presenta unos movimientos naturales de la población acordes con los que se producen en su contexto (regional y nacional): muy bajas mortalidad y natalidad, bajísima fecundidad y crecimiento vegetativo débil, próximo al crecimiento cero.
Por lo que respecta a las migraciones (movimientos naturales), examinemos primero algunas premisas:
  • Talavera se encuentra en Extremadura, tierra secularmente emigratoria.
  • Dentro de Extremadura, Talavera se sitúa en una zona próspera, por lo que la emigración es más tardía que en el resto del territorio. Esto es visible en la década de los 50 del siglo pasado, periodo en el cual Extremadura ya pierde población debido a la emigración, mientras nuestra localidad tiene un saldo migratorio positivo de 410 personas. Esta prosperidad, por tanto, ha actuado como atractivo inmigratorio en ciertos momentos.
  • Su situación al lado de Badajoz representa ventajas e inconvenientes en el terreno demográfico. Por un lado, la atracción de Badajoz en ciertos momentos puede haber restado efectivos poblacionales a Talavera; por otro, y fijándonos en el momento actual, el proceso de rururbanización que está sufriendo la capital está posibilitando el crecimiento demográfico de localidades cercanas (Gévora, Villafranco, Talavera).


Las cifras que aparecen en el gráfico número 2 pueden ser explicadas de la siguiente forma:
  • Durante la década 1930-1940, el saldo migratorio negativo de 799 personas nos pone en contacto con los desplazamientos forzosos derivados de la Guerra Civil y con inscripciones erróneas en el Registro (algunas defunciones aparecerán a lo largo de los siguientes años).
  • En la década 1950-1960, la inserción de Talavera en una zona más o menos próspera de Extremadura actúa como factor de atracción respecto de otras áreas más deprimidas de la misma Extremadura o de regiones colindantes.
  • En las décadas 1960-1970 y 1970-1981 se produce una gran emigración hacia las ciudades españolas y hacia países europeos.
  • En la actualidad, nuestro saldo migratorio se ha estabilizado, apreciándose una cierta entrada de inmigrantes extranjeros (escasa aún).
Todo ello nos proporciona un saldo migratorio total a lo largo del siglo XX de -1701 PERSONAS . ¿Qué significa esta cifra?
  • Una pérdida muy importante de población.
  • Una bajada de la fecundidad y la natalidad, ya que la población que emigra es joven. En la bajada de la fecundidad inciden, además, factores mencionados con anterioridad, cuales son los cambios socioculturales derivados del desarrollo económico producido a partir de la década de los 60 y de las transformaciones políticas originadas por la democracia.
  • Un envejecimiento progresivo que retroalimenta las caídas de la fecundidad y natalidad anteriormente mencionadas.

En tercer lugar veamos la pirámide de edades de Talavera en el año 2001.
  • En la base (0-14 años) observamos la reducción de la fecundidad y la natalidad producida a partir de 1987.
  • En los grupos entre 20 y 44 años contemplamos la recuperación de la natalidad a partir de 1957.
  • En las cohortes entre 45 y 64 años vemos los efectos de la emigración de las décadas comprendidas entre 1960 y 1980, además de los no nacidos (subnatalidad) debido a la guerra.
¿Podemos extraer algunas conclusiones de este sencillo análisis?
  • Talavera permanece anclada en cifras demográficas que hacen temer la posibilidad de llegar al crecimiento negativo.
  • Ello se deriva del hecho de que, mientras en España la recuperación demográfica está relacionada con una inmigración muy fuerte, Talavera, a pesar de poseer una potencialidad económica importante, no experimenta este proceso.
  • Las soluciones son sencillas de obtener y difíciles de llevar a la práctica: inmigración que rejuvenezca la población, aumento de la fecundidad/natalidad derivada bien de la inmigración bien de políticas activas de apoyo a la familia y aprovechamiento del proceso de rururbanización que experimentan las grandes ciudades (Badajoz, en este caso).
  • La alternativa, si alguna o todas las soluciones mencionadas no prenden en nuestra localidad, es la pérdida de población, proceso que, si se llega a producir, es difícil contrarrestar debido al envejecimiento progresivo que provoca.
Para terminar el presente estudio deseo mostrarles un ejemplo, que podemos ver en muchas familias talaveranas, de cómo han evolucionado los grupos familiares en nuestra localidad. He elegido para ello a mi propia familia.

PRINCIPIOS DE SIGLO (mis abuelos, mis tíos y tías y mi madre). Hijos nacidos en el primer tercio del siglo XX, con fallecimiento de dos niñas de edades entre 0 y 4 años. CARACTERÍSTICAS:
  • Familias grandes
  • Natalidad elevada
  • Mortalidad infantil elevada
  • Mortalidad elevada
  • Baja esperanza de vida


MEDIADOS DE SIGLO (mis padres, mis hermanos y hermanas y yo). Hijos nacidos entre 1958 y 1974, sin mortalidad infantil. CARACTERÍSTICAS:
  • Familias grandes
  • Natalidad elevada
  • Mortalidad infantil reducida
  • Mortalidad baja
  • Esperanza de vida en ascenso
  • Población en proceso de envejecimiento


FINALES DE SIGLO (mi mujer, mis hijos y yo). Hijos nacidos entre 1999 y 2002. CARACTERÍSTICAS:
  • Familias pequeñas
  • Natalidad muy baja
  • Mortalidad infantil prácticamente inexistente
  • Mortalidad baja
  • Esperanza de vida muy alta
  • Población envejecida

jueves, marzo 08, 2007

MARÍA MARGARITA DE SANTA RITA. Monja carmelita


PREÁMBULO
El viernes, 24 de noviembre de 2.006, en una charla organizada por Foro Parroquial se hizo la presentación del libro “Oración Panegírica, que en la profesión de Sor María Margarita de Santa Rita (en el Siglo la Señora Doña María Margarita Gragera y Barrera)".
Con dicha presentación intentamos sacar a la luz la vida de esta monja carmelita: una vida de sufrimiento y de total entrega a Dios. Quisiéramos hacer unas apreciaciones sobre lo acontecido, porque más que la búsqueda de una biografía, de una historia, de un libro, que en otros casos nos ha llevado mucho tiempo y medios, en esta ocasión parece que ha venido por sí misma a nosotros.

LA ORACIÓN PANEGÍRICA.
Encontramos la reseña de este libro en el Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Español, donde aparecía un ejemplar con Ref. 208-E-14-(8), encuadernado junto con otras obras y con sello impreso de la Biblioteca Diocesana de Cuenca.
El libro fue costeado por el padre de la profesa carmelita, don Juan Mathías Gragera. Desconocemos el importe de la edición y el número de ejemplares que salieron de la imprenta.
La Oración Panegírica no es mencionada por Rodríguez Moñino en su obra: “La imprenta en Extremadura (1.489-1.800)”, posiblemente por el desconocimiento de la existencia de la misma, lo que da más valor al libro.

DATOS BIOGRÁFICOS DE DOÑA MARÍA MARGARITA GRAGERA Y BARRERA.
En el Tomo 12 (1.731-1.744) folio 102 vlto. del Archivo Parroquial de Talavera la Real, se encuentra la partida de nacimiento de María Margarita. La bautiza el 25 de diciembre de 1734 el bachiller don Pedro Tejeda y Gordillo.
Hija de don Juan Mathías Graxera el Maior –en días- natural de esta villa y de Ana Gutiérrez de la Barreda, natural de Bienvenida, ambos vecinos de esta villa. Nació Mª Margarita el día 13 de diciembre de 1734.
Bautizada dos veces por caso de necesidad, su padrino en una y otra ocasión fue don Juan Antonio de la Barrera, vecino de esta villa. Queremos hacer una distinción entre el apellido “ de la Barreda” que procede de la localidad de Bienvenida, y el apellido “de la Barrera” procedente de la localidad de Puebla de la Calzada.
La confirmación la recibió el 23 de diciembre de 1735 por el obispo don Amador Merino Malaguilla.

DATOS DEL ARCHIVO DEL CONVENTO DE TALAVERA
En el Archivo del Convento de Carmelitas, se encuentran tres libros de registro que prácticamente dicen lo mismo de María Margarita Gragera y Barrera.
El primer libro de registro y el más antiguo, se encuentra forrado con la hoja de un cantoral en piel de becerro. El ingreso de Margarita con el número de orden 97 se describe así:

Recibimos para monja de coro a María Margarita de Santa Rita, hija legítima de don Juan Matías Grajera y de doña Ana Gutiérrez, becinos de esta billa. Traía la edad de 10 años, entró el 10 de abril de 1.744.
Profesó la susodicha el año de 1.750 y trajo la dote de 700 ducados, después de profesa se fue a la Orden de Alcalá de Henares a donde murió.

El segundo libro de registro, es una descripción somera de cada una de las monjas, donde María Margarita aparece con el número de orden 99.
Nombre: María Margarita de Santa Rita. Procedencia: Talavera la Real Edad: 10 años. Padres: Juan Matías Grajera y Ana Gutiérrez. Fecha ingreso: 10-04-1.744. Toma de hábito: lega. Observaciones: se trasladó a Alcalá.

El tercer libro es una copia de un original que desapareció durante el expolio que sufrió el convento en la Guerra de la Independencia, en el mismo nos encontramos las siguientes anotaciones con algunos errores:
Se recibió para monja de coro a María Margarita de Santa Rita de 11 años de edad (eran 10 años), hija legítima de don Juan Matías Grajera y doña Ana Gutiérrez, vecinos de esta villa, el 10 de abril de 1.774 (era 1.744). Profesó en 1.780 (era 1.750) y trajo la dote de 700 ducados.
Al poco tiempo sintió deseos de pasar a la Orden. Para realizarlos se valió de su padre, que de no muy buena gana hizo las diligencias. Fue admitida en Alcalá de Henares, teniendo que aportar don Juan otros 700 ducados, pues quiso tener en la plaza que dejaba Margarita, otra monja.
Ignoramos el día y el año que salió para Alcalá, lo que sí se sabe es que antes de marchar ya estaba arrepentida de lo hecho. Dicen que al presentarse su padre con el coche para la partida, Margarita se resistía a salir. El buen señor a pesar de su contrariedad la obligó a dejar Talavera. Toda su vida lo pasó suspirando por su primer nido y al fin murió lejos de él, sin el consuelo de tener a la cabecera en sus postreros momentos ningún padre de la Orden.
Se conservan algunas cartas suyas, reveladoras del amor que tuvo a la Cdad. Cuando el padre Francisco de la Presentación iba a Alcalá, o venía de allí, siempre lo hacía cargado de chucherías y pequeños recuerdos.

Efectivamente se guardan en el Archivo del Convento de Talavera siete cartas manuscritas de Margarita. Probablemente se redactaron a la llegada de esta monja al Convento de Alcalá y tratan concretamente de un cambio de impresiones sobre las diferencias de la vida cotidiana y actividades religiosas entre ambos conventos.

EL CONVENTO DE ALCALÁ DE HENARES.
Nuestra monja marchó a Alcalá de Henares donde existen dos conventos de carmelitas. El ingreso lo hizo en el Convento de Carmelitas Descalzas del Corpus Christi o de “afuera”.
Puestos en contacto con el Convento de Afuera, su priora nos atiende amablemente al teléfono. Posteriormente nos envía un Fax en que se relata que la hermana María Margarita ocupa el número 98 en el orden de entrada y ciertamente había muerto en el Convento de Alcalá el 14 de marzo de 1.762, después de llevar –según se narra en el escrito- una vida llena de padecimientos, dándose toda ella como una ofrenda gozosa a Dios.
Por lo extenso, solo haremos unos retazos de la narración de la vida de esta monja y queremos hacer la siguiente puntualización: la de ver los episodios que aquí se relatan con la mentalidad del siglo XVIII.
Destacamos también la minuciosidad en la exposición realizada por la biógrafa, que según se desprende, tomó alguno de estos relatos de la misma boca de Mª Margarita.
Fue la vida de esta santa religiosa un continuado martirio, porque desde que nació empezó a padecer por haber nacido sin cutis; y siendo ya más grandecita, porque Dios lo dispuso así, para dar principio a su padecer, un esclavo de su casa, jugando con ella la tiró a lo alto, y cayó al suelo, y le quebró el espinazo y dos costillas del pecho, y no dieron cuenta a su madre, que este fue el origen del padecer de toda la vida. (...)
(...) porque sus padres tenían muchas conveniencias, la entraron en el Convento de Carmelitas de lugar, de edad de nueve años, tenían las madres que andar con mucho cuidado porque se les escapaba y la andaban a buscar y la encontraban tomando disciplinas de sangre (...)
(...) Como Dios la llamaba a más perfección tuvo grandes deseos de sujetarse a la Orden, los que ejecutó a costa de una inmensidad de pesadumbres, trabajos, y persecuciones de sus hermanos y deudos (...)
(...) tuvo que hacer a Dios el sacrificio de dejar a sus amadas Hermanas y Madres, que la querían como si fuera hija de cada una.
(...) que no fueron pocas las dificultades que tuvo que vencer, cuando llegó el caso de la partida, que fue tanta la pena que tuvieron sus madres que los gritos se oían muy lejos del Convento (...)
(...) Cuaresmas enteras y muchas temporadas se puede decir vivía de milagro, porque al punto que tomaba el alimento lo volvía (...)
(...) Ejercitó todas las virtudes en muy heroico grado, especialmente la paciencia, en medio de tantas tribulaciones jamás se le oyó la más mínima queja.
(...) Fue muy dada a la oración, y como tenía tan claro entendimiento, conocía y se aprovechaba muy bien del conocimiento que Dios le daba de las cosas eternas.
(...) porque era esta santa religiosa en extremo temerosa de Dios (...).
Fue devotísima de N. P. San Juan de la Cruz, de N. S. Santa Madre (Santa Teresa) de N.P. San José y de Santa Rita, … por sus virtudes creemos piadosamente está gozando de Dios.

Una observación recibida por la madre carmelita del Convento de Alcalá y es que, en toda la historia del citado convento, solo a dos hermanas le dan el tratamiento de madre y reverencia -que en la Orden del Carmelo lo reciben la que es priora o la que haya sido- y entre esas dos se encuentra Margarita, lo que hace destacar el prestigio moral de esta monja. Es de su interés saber el motivo que le llevó a tomar la decisión de irse concretamente a Alcalá.
Nuestra carmelita una mujer procedente de familia adinerada, deja a los suyos, a su pueblo y toma la opción de seguir el “camino de Cristo”.

Grupo de Coros y Danzas “Luis Chamizo”
Sección de Investigación de la Historia y Folklore
Autores: C. Cansado, A. Corzo y A. Gómez