Una vez más hemos conocido una pérdida irreparable en nuestro patrimonio artístico. En esta ocasión se trata de los dos óleos que se encontraban en la capilla de nuestro cementerio.
Estos dos óleos eran una imagen del Corazón de Jesús y la otra el Corazón de María.
Óleo del Corazón de Jesús. (Foto C. Cansado).
Todo empezó durante una madrugada de la fiesta de los Santos y Difuntos del pasado mes de noviembre de 2009. Como muchos recordaréis, durante esa noche se produjo un incendio en la capilla del cementerio, ocasionado por la combustión de las velas que se ofrecen como recuerdo a los difuntos. En un principio se pensó en un acto vandálico, siendo posteriormente descartada esta causa.
Detalle del Corazón de Jesús. (Foto Atrium).
En esas fechas ya había sido reunido el dinero para la restauración del Señor Crucificado, que durante ese año de 2009 y había emprendido Demetrio Franco, ayudado por otros colaboradores y contando con la generosidad de todo el pueblo. Lo que no se había conseguido era dinero para restaurar los óleos debido al elevado presupuesto que habían pedido los restauradores (3.630 € más IVA).
Una vez producido el incendio, se procedió a entregar el Cristo en la Cruz a la empresa encargada de su arreglo, quedando los dos cuadros pendiente de tiempos de bonanza económica para su posible restauración, mucho más complicada y difícil, después de que se vieran afectados por el incendio.
Con motivo de la visita a nuestro pueblo de un restaurador amigo, vecino de Fregenal de la Sierra, y que será el encargado de la restauración del Nazareno de nuestra parroquia, me interesé por los dos cuadros, para que diera su opinión sobre una posible restauración, encontrándome con la desagradable sorpresa de que los óleos habían desaparecido para siempre. Quien me informó de esto, me dijo que eran totalmente irrecuperables y por lo tanto habían decidido tirarlos a la basura.
Rostro de Cristo. (Foto Atrium).
Con estas dos obras se da por perdido todo el patrimonio pictórico de nuestro cementerio. Años atrás, con motivo de las obras de arreglo del Cementerio, y que acometió con innegable valentía el por entonces cura de nuestro pueblo Manolo Malagón, desapareció otro óleo que se encontraba en esta capilla, se trataba de un óleo representando a Santiago Matamoros, era un cuadro pintado por el maestro pintor Manuel Núñez Terreño (o Terraño), entre los años 1696 y 1697, para ser colocado en el altar de Santiago de nuestra parroquia (cuando se hizo la imagen de Santiago a caballo, el cuadro pasó a la capilla del cementerio, probablemente a principios del siglo XVIII), este mismo pintor había decorado con pinturas el altar y algunos cuadros más pequeños que usaban en la cofradía del santo para realizar sus oficios. Aún es posible ver algunos trozos de pintura del altar de Santiago por detrás del retablo que actualmente tiene, sobre todo si lo miramos desde el coro alto.
En esta ocasión también se hizo desaparecer el cuadro por motivos de deterioro tal que no tenía arreglo.
Óleo del Corazón de María. (Foto C. Cansado).
Las fotografías que acompañan a este trabajo han sido sacadas del estudio de restauración que hizo la empresa Atrium, poco antes de que se quemaran y las que sacó Cristóbal Cansado, también días antes del incendio. Son pequeños detalles de estos dos óleos, si alguna vez consigo alguna otra fotografía de estos cuadros la colgaré en este blog, porque lo que es seguro que de los cuadros originales no podremos disfrutar nunca jamás en nuestra vida.
Desconocemos las medidas exactas de los cuadros, la fecha y autor de los mismos, estos datos podrían averiguarse con alguna exactitud si hubiéramos podido restaurarlos. Sí sabemos que eran óleos sobre tela y que su aspecto, una vez restaurados, sería totalmente diferente, sacando colores y testuras que no se podían apreciar debido a la cantidad de suciedad que acumulaban.
Detalle del Rostro de la Virgen. (Foto Atrium).
Espero con estos comentarios concienciar a las personas que tienen en sus manos nuestro patrimonio y piensen que éste es propiedad del pueblo de Talavera la Real y que su única misión es conseguir que estas obras perduren para disfrute de nuestros hijos, nietos, etc.
Antonio Gómez.
Agosto de 2010.
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