En esta ocasión nos vamos a centrar en el desarrollo de las fiestas de carnaval con anterioridad a 1936, año en que comenzó la Guerra Civil y que supuso una importante ruptura con la tradición.
En nuestro pueblo, cuando hablamos de carnavales, nos referimos a las fiestas que se celebran desde el Domingo Gordo hasta el Domingo de Piñata con el Miércoles de Ceniza en medio. No tiene fecha fija porque depende de las demás fiestas del calendario: Semana Santa, Corpus Christi.
Es una fiesta de marcada participación popular, abarcando a todas las edades y condiciones sociales y ocupando todos los espacios: la casa, la calle y los locales de ocio.
¿EN DÓNDE?
En primer lugar la casa, por ser el lugar donde se comienza a preparar la fiesta. El disfraz se diseña y se buscan los elementos que nos van a ser útiles, se rebusca por baúles y arcones, se revuelven roperos y cómodas, desvanes, doblaos y sótanos. Todo puede ser aprovechado, añadiendo aquí y poniendo allá, sólo se necesita un poco de imaginación. En casa se organiza el taller de confección, el almacen donde ir acumulando todo lo necesario, también nos servirá de lugar de reunión y ensayo de las canciones y bailes.
En segundo lugar la calle, que es donde se va a producir el primer encuentro entre las máscaras y el público. Aquellas las recorrerán todas: la Plaza, Real, Derecha, la Carretera, el Rollo, Cuatro Caminos, Soeta, Muralla, el Potreque, San José, San Roque... Sobre todo abundan los "reideros", las máscaras, las bromas, y se desarrollan por el día, porque al caer la noche la fiesta se desplaza a los lugares de ocio.
Podemos distinguir dos tipos de locales: los privados y los públicos.
Los privados corresponden a las sedes de las Sociedades que funcionaban en nuestro pueblo a comienzos del siglo XX: el Círculo de Labradores, el Centro Obrero Recreativo y el Casino. El acceso a estos locales era por rigurosa invitación. En este grupo de locales podemos situar las fiestas que organizaba en su casa de la calle Aspa nº 3 Serapio Pérez y a la que acudía un reducido grupo de amigos y parientes.
En cuanto a los locales públicos y de libre acceso estaban el baile de Piñero en la calle de San José, el Caldero en la Plaza, el baile de la siña Isabel (donde actualmente está Caja de Badajoz), el baile de Celestina la Fita en la calle Derecha, y el baile de la Jaca, regentado por la siña María la Rubia (donde hoy está la Caja de Extremadura) ya a las afueras del pueblo por entonces, famoso por ser lugar de bodas y festejos de gitanos y popularísimas fiestas de carnaval.
Todos los locales se adornaban para la ocasión con guirnaldas, serpentinas, farolillos y las típicas piñatas, alrededor de la que se ejecutaba el "baile de piñata", todos estos adornos los vendía Barquero como distribuidor de la casa Federico Ferrer y Vidal de la calle Sierpe nº 5 de Sevilla.
En estos locales era práctica habitual conceder premios a los mejores disfraces, a las coplas más ocurrentes... (Ver foto de una pareja de jovencitas y, a sus pies, los premios obtenidos).
VESTUARIO
Como nota característica que define los trajes de carnaval en estos años es la utilización de todo tipo de prendas en desuso. Estas prendas adquieren protagonismo con adornos añadidos o simplemente mezclando todo tipo de elementos para crear esa imagen alegre y colorista que podemos adivinar si contemplamos las fotografías.
Si el disfraz era femenino recurrían a los refajos (que adornaban con volantes, puntillas, lazos...), las blusas de encajes, las medias listadas, los velos, mantillas y mantones, las peinetas, flores para la cabeza (llamadas palomitas), largos collares y grandes pendientes, recreando una imagen popular y a veces folklórica (sevillanas, pastoras, labradoras, gitanas...).
Si por el contrario el disfraz era masculino, aparte de buscar el personaje popular (marineros, pastores, gitanos, labradores...) se pone muy de moda el arlequín, payaso, pierrot, de indudable influencia de fuera.
En muy pocas ocasiones se recurre a las caretas o máscaras, dejándose para situaciones más de calle (reideros), para interpretar canciones y coplas críticas o para cometer alguna trastada.
Para los maquillajes recurrían a todo tipo de condimentos a su disposición como el azafrán y el condimento amarillo, los polvos de TP, el azulillo, el carbón o la corcha quemá.
LA MÚSICA Y LAS CANCIONES
Si básico era el disfraz y los complementos, la música y las canciones tenían una importancia destacadísima en el desarrollo de los carnavales. Muchas veces era la canción o el tema que querían interpretar el que provocaba que se disfrazaran de una cosa u otra.
Para la música empleaban los elementos que más a mano tenían y de los que conocían el sonido y manejo. Se solían acompañar de sonajas, castañuelas, panderetas, botellas de anís, almireces, y para los muy expertos guitarras, bandurrias, acordeones y laudes. Cualquier melodía popular y muy de moda podía servir de base para crear una canción con sólo cambiar la letra. En una época de gran permisividad y ante la fiesta del carnaval, todo era motivo de críticas, así que las letras expresaban con toda claridad el desacuerdo con alguna situación política, narraban algún suceso reciente o, como veremos a continuación, alguna moda de dudosa aceptación.
A continuación vamos a ofreceros una relación de comienzos de canciones de carnaval que no aparecen completas por desconocer como siguen, por respeto a personas que aún viven y, en algunos casos, porque lo que conservamos son bocetos y al no estar concluidos carecen de sentido o no sabemos como sería el resultado final.
ESTUDIANTINA FRANCESA
"Somos los comisionistas
que venimos de la Francia
para ganar el parné
y rellenarnos la panza..."
LA PERMANENTE
"Con permiso del alcalde
y autoridad competente
ya venimos a contarle
a éstas de la permanente..."
"Si hoy las pollitas no se pintaran
tan a menudo de almazarón
ni se pusieran lazos ni flores
faldas travadas sin posición..."
Llevan las chicas en Talavera
por ser pelonas, un almohadón
y en sus pecheras para que abulten
catorce libras de algodón..."
"La que quiera ver el lujo
y saber de donde sale
que se vaya los domingos
a la ventana del baile..."
"De donde vienes ....
por la mañana temprano
de tirar una gallina
que se le ha muerto a mi amo..."
"No te enfades....
porque te canten coplas
que si hoy te ha tocado a ti
mañana le tocará a otra..."
"Vengo a contarte ....
lo que vide el otro día
una chica muy guapa
hablando con la policía..."
"Cada vez que siento pena
me voy a la orilla del mar
y le pregunto a las ranas
si han visto a .... pasar..."
"Los guardia civiles de asalto
ministros y diputaos
se gastan en ceremonias
y no produce el estao..."
"En mi casa tengo un gallo
sin plumas y sin espolones
y el pobrecito cojea
como el Conde Romanones..."
"Estamos en Talavera
sin médico titular
y traemos a ....
porque nos puede curar..."
"Tenemos que salir en barco
y a saltos como las ranas
que Talavera es un charco..."
Los locales de ocio disponían de pianolas en las que se ponían unos rollos perforados con las canciones más de moda de aquellos años. También y aunque menos corriente era que acudieran músicos u orquestinas y que solían ofrecer música de acordeón, piano, guitarra, laudes y bandurrias.
EL PERSONAL
Teníamos desde el disfraz individual, las parejas, pequeños grupos y otros más numerosos llamados estudiantinas en los que los integrantes llevaban el mismo disfraz o representaban un grupo homogéneo e interpretaban alguna canción alusiva al disfraz.
Entre los más jóvenes eran corrientes las bromas, solían rellenar huevos vacíos con papelillos que arrojaban por las puertas abiertas de las casas, gustaban de vestirse de pintores y armados con brochas y cubos "embarraban" todo lo que se les ponía al paso...
Entre los nombres que nos han llegado como grandes carnavaleros de la época tenemos a la Florera, Demetria la Joselona y Greñitas. A todos ellos nuestro más emotivo recuerdo.
EL MIÉRCOLES DE CENIZA
Una costumbre muy popular de aquellos años tenía lugar en la madrugada del Miércoles de Ceniza.
Ese día al amanecer el pueblo se poblaba de unso personajes a los que no sabemos que nombre se les daba y que actuaban de la siguiente manera:
Iban completamente vestidos de blanco, envueltos en sábanas, no se les veía ni siquiera el rostro. Portaban en sus manos un candil, un hisopo, un recipiente (con agua bendita), una campanilla y otra vasija con ceniza.
Su misión consistía en llamar a las puertas y tras hacer la señal con la ceniza a los que abrían la puerta, procedían a rociar de agua bendita la casa desde el umbral.
Grupo de coros y danzas "Luis Chamizo"
Sección de investigación de la historia y el folklore.
(C. Cansado, A. Corzo y A. Gómez)
Estudio publicado en la revista Atahualpa Carnaval 2002. Talavera la Real. Badajoz.
2 comentarios:
Estimados amigos, quisiera contaros una historia real, sobre tres mujeres que aun siendo alguna famillia, jamas se conocieron. Es la historia de gente de Talvera, de nuestra tierra, si alguien debe saverla, somos nosotros. Si ustedes, talavaranos quereis saber de ella, os puedo asegurar, que el 80% de esta historia es cierta, y donde no puede allar verdad, espero encontrar algo de literatura, para suprilar lo mejor posible.
Pues danos una dirección de correos, un tlfno, una dirección postal, para ponernos en contacto contigo, transcribimos la historia y la colgamos en este blog, como hemos hecho con todas las demás entradas.
Esperamos sus noticias.
Gracias por seguir nuestro blog.
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