La fiesta del Día del Árbol nace de la idea de Ramón Bacas Roxo, cura de Villanueva de la Sierra (Cáceres), en 1805, porque estaba "persuadido de la importancia del arbolado para la salubridad, higiene, ornato, carácter, ambiente y costumbres" de los pueblos y sus habitantes.
La idea gustó y se extendió por los pueblos del entorno, adoptándose en otros pueblos de Extremadura y posteriormente en otros puntos de España. La idea traspasó fronteras celebrándose incluso en el extranjero.
Tal fue su éxito que el 5 de enero de 1915 se instauró en todo el territorio español La Fiesta del Árbol, mediante Real Orden del Ministerio de la Gobernación y una Real Orden del Ministerio de Fomento, obligando a cada ayuntamiento a fijar el día de celebración mediante sesión ordinaria del pleno municipal.
En principio, en los pueblos cacereños se celebraba el martes de Carnaval, la duración de esta fiesta podía ser de una jornada o varios días. Cada lugar imponía sus normas.
La fiesta consistía, básicamente en una excursión al campo, a una zona arbolada, a la que asistían los maestros y los niños, a veces acompañados por otras autoridades, cura, alcalde, concejales, militares, guardias civiles, municipales. Se leía un discurso, se plantaban árboles, se tenía una merienda, se cantaban canciones y se recitaban poesías alusivas a la naturaleza y los árboles, y después de regreso a casa.
En Talavera la Real.
La primera noticia que tenemos sobre la celebración del Día del Árbol en nuestro pueblo aparece publicada en la Gaceta de Instrucción Pública y Bellas Artes del 19 de marzo de 1913. En esta noticia, por desgracia muy escueta, sólo nos dice que la fiesta tuvo mucho éxito y que el discurso lo pronunció el maestro D. Miguel Guevara.
D. Miguel Guevara Navalón fue nombrado maestro de Talavera la Real el 12 de octubre de 1910, tomando posesión de la plaza el 16 del mismo mes con un sueldo de 825 ptas.
Es difícil imaginar que D. Antonio de Salas, maestro en nuestro pueblo en los años 30, no compartiera esta fiesta con sus alumnos, simplemente basándonos en sus métodos de enseñanza.
De aquí pasamos a la buena memoria de las personas de cierta edad, como Teresa Ardila, que nos cuenta como era la fiesta en los primeros años 40, que se celebraba en la primavera, cuando empezaba a hacer buen tiempo, iban en excursión hasta el Borril, al cuidado de sus maestras doña Eulalia y doña Piedad y los niños con sus respectivos maestros. D. Antonio Turza era el encargado de controlar a sus niños.
Tomaban una merendilla en el campo y cantaban una canción:
"Hoy la alegre y gentil Primavera
adelanta su entrada triunfal,
por ser ella del árbol la reina
y en la Fiesta del Árbol reinar;
hacia el árbol los niños marchemos,
y al mirarnos cantando a su pie,
en las voces oirá, de los niños,
pajarillos que cantan en él”.
Esta canción es mucho más larga, os ponemos unas estrofas de la misma.
Nos gusta la posibilidad de que se recuperen las buenas costumbres, que no tienen que ser rancias ni desfasadas. El cuidado y amor por la naturaleza, los árboles, nuestros ríos, nuestros paisajes es una apuesta segura para tener un futuro de calidad, es una buena herencia que dejar a los que nos van a sobrevivir. Y es un valor positivo que inculcar desde la más tierna infancia.
Para los que os guste este apasionante mundo de los árboles, la naturaleza, tenéis en Radio 3, los domingos a partir de las 11, un programa que se llama “El bosque habitado”.
Si hay un árbol mediático en Talavera la Real este es el Árbol de los Enamorados. En el antiguo camino al Borril, junto a la huerta del Calvito. (Le robo esta foto a mi amigo Alberto Franco porque se de su pasión por estos temas).
Cristóbal Cansado y Antonio Gómez. Enero 2017.
Publicado en el periódico digital "Talavera con V" en enero de 2017.
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