Coincidiendo con la celebración
de la Semana Santa y siguiendo con el acercamiento a nuestro patrimonio
religioso, traemos a esta sacra revista de Semana Santa 2015 una pieza de
madera y plata de gran valor: el altar portátil de Talavera la Real. Uno
de los altares portátiles más hermosos existentes en Extremadura que, junto con
los que se encuentran en Olivenza, Ribera del Fresno, Coria y Berlanga son los
más conocidos de Extremadura.
Detalle del Altar Portátil de Talavera la Real (Badajoz)
USO DE LOS ALTARES
PORTÁTILES
La adoración a la
Eucaristía recibe un fuerte espaldarazo de las decisiones del Concilio de
Trento, que propició una serie de devociones y cultos que se desarrollarían
tanto en el exterior como en el interior de los templos. El ritual en los
exteriores de los templos y por las calles de la vecindad tuvo su manifestación
más genuina en la celebración de las procesiones del Corpus Christi. Pero
también, en tiempo Pascual, se celebra con gran solemnidad un culto público al
Santísimo Sacramento, cual es la procesión de enfermos e impedidos.
El manifestador o altar
portátil, en cuanto a su utilidad, tiene dos vertientes: una privada como altar
para consagrar y una pública en procesión pascual, utilizando este altar como escabel
o trono del Santísimo Sacramento, debido a que así era más fácil el transporte
hasta los enfermos e impedidos cuando se les iba a suministrar la Eucaristía o
Viático.
De ahí que haya que
destacar las características que definen las piezas, lo que nos vincula por su
ornamentación, muy propia de las artes decorativas del siglo XVIII: la nobleza
de los materiales empleados en su ejecución y la funcionalidad en aras de su
traslado, bien como caja o libro que va cerrado, que suele ser el recorrido
hasta la casa del enfermo o moribundo, normalmente llevado por un acólito y que
solo se abrirá cuando el portaviático o copón se ponga sobre el mismo.
Para las celebraciones en el interior de los
templos se requería una serie de piezas pequeñas y funcionales, manejables por
el sacerdote que se reflejará en toda la riqueza de los vasos sagrados,
custodias y cuantos objetos sagrados tienen relación con ella.
Primer plano de Altar Portátil llevado por un acólito en la procesión de enfermos de Sevilla.
ALTARES PORTÁTILES EN
ANDALUCÍA
La iconografía
frecuente en estas piezas suele ser la eucarística, y en el apartado dedicado a
la platería religiosa, llamado Plata para el culto, la cuestión era
mostrar la riqueza con que la Iglesia revistió la adoración al Santísimo
Sacramento en coincidencia con la figuración de las puertas de los sagrarios
tan frecuentes igualmente en las platerías cordobesas y sevillanas.
La mayoría de estos
altares portátiles tienen forma de libro y suelen estar forrados de terciopelo
con aplicaciones de placas de plata calada, formando ornamentación vegetal o de
rocalla y con motivos eucarísticos: ráfagas, uvas, espigas, cáliz con la forma,
etc. En la base de los mismos se instalan dos mecheros para insertar las dos
velas preceptivas.
Detallamos a
continuación algunos altares andaluces:
Altar portátil
de la Iglesia Parroquial de San Antonio Abad en Trigueros (Huelva)
El altar portátil de la
parroquial de Trigueros es una caja en forma de libro, que, al abrirse hacia
arriba, permite que se desplieguen sus diversos elementos. El ostensorio a los
lados de su base, tiene a dos ángeles arrodillados y en actitud de adoración,
que de nuevo vienen a insistir en el tema de la Eucaristía como Pan de los
ángeles y la presencia de Dios en el Sacramento. La caja-libro se recubre de
una ornamentación de las llamadas de abanico.
Es un altar portátil
anónimo, fechado entre 1780-1800, de plata sobre terciopelo y caja encuadernada
en forma de libro, sus medidas:
38x28x7,5 cms.
Altar portátil de la
iglesia parroquial de San Antonio Abad en Trigueros (Huelva)
Altar portátil
de Sta María y Santa Bárbara en Écija (Sevilla)
Realizado en Sevilla,
en estilo rococó, hacia 1775. Plata sobre terciopelo rojo medidas 50x30 cms.
Fue su autor el platero Pedro José Quesada (QZADA). Está fabricado en madera
forrada de cuero rojo con adornos dorados, terciopelo rojo con dosel de flecos
y aplicaciones de plata. El altar tiene apariencia de libro ricamente decorado.
Abierta la tapa aparece un frontal de plata o viso de altar, en forma de
rectángulo con una custodia central y dos ángeles con racimos y espigas a sus
lados.
Altar portátil de Santa María y Santa Bárbara
en Écija (Sevilla)
De parecida estructura
y dibujo son los altares portátiles de la Rambla de Córdoba, obra de Antonio
Ruiz el Viejo (RUIZ) en 1771; de la iglesia de San Miguel en Jerez de la
Frontera obra de José Carmona (CARMO); del Museo Diocesano de Calahorra, obra
de Tomás Pedrajas en 1770; de San Lorenzo en Sevilla de 1754; de Santa Catalina
en Sevilla de 1800, obra también de Pedro José Quesada (QZDA) y del Sagrario de
Córdoba.
ALTARES PORTÁTILES EN
EXTREMADURA
Los altares portátiles,
como hemos comentado, tuvieron su apogeo en el siglo XVIII y su área de mayor
esplendor fue Andalucía, pero por su proximidad también se contemplan en
Badajoz y ya con menos frecuencia en la provincia de Cáceres.
Altar portátil de
la catedral de Coria (Cáceres)
Tenemos pocos datos de
este altar del siglo XVIII: de plata repujada y elaborado en los talleres
locales.
Altar portátil
catedral de Coria (Cáceres)
Altar portátil
Museo de Arte Sacro en Berlanga
(Badajoz)
El altar de Berlanga es
muy parecido al que se guarda en la parroquia de Santa María de Ecija
(Sevilla). Destaca por su composición exquisita y elegante, y por su detallismo
y minuciosidad en el tratamiento del dibujo y del repujado de la chapa de
plata, en el que introduce toques de punteado en detalles de la vestimenta de
los ángeles que enmarcan el ostensorio central del panel principal. La
teatralidad, dinamismo y espectacularidad que adquiere la propia pieza, gracias
en gran medida a los temas figurativos y ornamentales, donde se observa un
prolijo desarrollo de la rocalla, son un buen reflejo del sentimiento
tardobarroco que inunda estos talleres durante la segunda mitad del siglo
XVIII.
En cuanto al orfebre,
la marca que se repite varias veces estampada en la obra es la de Blanco, y que
quizás pudiera corresponder al platero sevillano, aprobado en 1732, Nicolás
Blanco y la fecha de ejecución del altar hacia 1780
Altar portátil de la parroquia de Ntra. Sra.
de Gracia de Berlanga (Badajoz)
Fotografía gentileza de D. Felipe Gallego Casco, cura párroco de Berlanga.
El altar
portátil del Museo Etnográfico de Olivenza (Badajoz).
La pieza 245 del museo,
es un altar plegable de pequeñas dimensiones realizado en madera, que cerrado
presenta el aspecto externo de un libro. Las cubiertas llevan cantoneras
metálicas y se decoran con ramos de flores formando rombos con un rectángulo
invertido en el centro, todo en dorado sobre fondo granate. Abierto presenta
dos laterales de silueta recortada, con una pieza en la parte superior a modo
de visera todo plegable hacia dentro. Pasamanería lisa en los laterales y con
flecos en el borde de la visera. El interior está forrado con tela estampada en
varios tonos.
Altar portátil en el museo etnográfico
González Santana de Olivenza (Badajoz)
El altar
portátil de Ribera del Fresno (Badajoz)
Caja de madera forrada
de terciopelo con flecos y placas de plata en su color; 41 cms. de alto x 29
cms. de ancho; marca repetida: Pedro José Quesada (QZADA); Sevilla hacia 1775.
Desaparecida la caja,
nos resta de este altarcito la tapa de la misma con los restantes elementos,
aletones y dosel -mal colocado ahora- que se abren con ella. Nos hallamos ante
una pieza prácticamente idéntica (salvo el haberse prescindido de dos angelotes
portativos del racimo de vid y haz de espigas) a la que el mismo artista
sevillano, Pedro José Quesada (QZADA), realizara para la iglesia parroquial de
Santa María de Écija.
Análogas cartelas y
rocallas en las alas y en el panel rectangular, en el que hallamos la misma
custodia (coincidencia casi total en el pie sinuoso, limitado en nuestro caso
por un grueso toro, en el nido del astil piriforme y el sol circuido de
ráfagas), logran el mismo sorprendente efecto decorativo, subrayado por el
calado de la plata
Altar portátil en la
parroquia de Ribera del Fresno (Badajoz)
El altar
portátil de Talavera la Real (Badajoz)
Del altar portátil de
Talavera, aparte de la que se hace en el momento de la donación, tenemos una
magnífica descripción efectuada por Don Francisco Tejada Vizuete en su catálogo
Eucaristía 2000:“En caja de madera, dispuesta para altarcito, se fijan dos
figuras de ángeles genuflexos sobre arrebol de nubes, que extienden su brazo
izquierdo para sostener una corona imperial. Túnicas, alas, correaje de las
sandalias y la misma corona, elementos sobredorados, realzan esta obrita de
suave repujado, en la que apreciamos ese apuntar de maneras neoclásicas. Los
candeleros adoptan pie circular, con alto borde, ligeramente convexo y
moldurado, y peana troncocónica. El astil, balaustral, se decora con hojas
verticales lanceoladas, marcando el tránsito al mechero un baquetón con
contario de perlas”.
El ostensorio a los
lados de su base, tiene dos ángeles arrodillados y en actitud de adoración, que
de nuevo vienen a insistir en el tema de la Eucaristía como Pan de ángeles y en
la presencia de Dios en el sacramento.
El conjunto de las
piezas de plata corresponde al maestro sevillano José de Guzmán el Mozo. Platero
que supo combinar las tendencias rococó con las neoclásicas, convivencia por
otra parte normal en la platería sevillana de fines del siglo XVIII. Ejecuta
piezas donde demuestra una alta calidad de factura y concepción en los motivos
decorativos clasicistas.
La argentería del altar
es como sigue: los ángeles en plata parcialmente sobredora; sus dimensiones 38
cms. de alto; la marca de platero repetida: JOSEF/GVZM., fechado en inicios del
siglo XIX. Los candeleros de plata en su color, con dimensiones de 20 cms. de
alto; base: 9,5 cms. x 7,5 cms. Marcas en el plato del mechero: JOSEF/GVZMAN.,
FLORES Y N8DO y en el borde del pie, GVZMAN., FLORES Y N8DO; fechado hacia
1815.
Altar portátil iglesia parroquial de Ntra. Sra. de Gracia de
Talavera la Real (Badajoz)
LOS PLATEROS
SEVILLANOS: JOSÉ GUZMÁN RUIZ EL MOZO Y JOAQUÍN DE FLORES
José de Guzmán Ruiz “El
Mozo”, es un platero sevillano cuya actividad artística está documentada en
torno a los años 1781 a 1811. Hijo de Luís de Guzmán y de Andrea Ruiz, vecinos
de Utrera y también plateros, realizó su aprendizaje con su tío José Guzmán y
con Antonio Agustín Méndez entre los años 1781 y 1787, año de su aprobación
como maestro.
Entre algunas obras,
hizo José Guzmán en 1793 una cruz
procesional, dorada con rayos cortados a bisel en sus ángulos, posiblemente
para la iglesia de Santiago de Carmona (Sevilla) y en 1800, dos copones con motivos
clasicistas también para Santa Clara de Carmona. También, una serie de piezas
inéditas, para el convento de Santa Teresa de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz),
que “hizo un platero rico y primoroso de Sevilla. Este conjunto
de platería se puede fechar hacia finales del siglo XVIII y comienzos del siglo
XIX , pertenecen a un estilo de transición entre el Rococó y el Neoclasicismo.
La otra marca
nominativa en el altar portátil de Talavera corresponde a los punzones del
platero sevillano, Joaquín de Flores, cuya actuación se establece entre
1813 a 1826. Coautor también en la obra de las potencias del Santo Entierro de
la Parroquia de Morón de la Frontera.
Marcas de los plateros y de Sevilla (NODO) en el Altar Portátil de Talavera la Real.
EL DONANTE DEL ALTAR
PORTÁTIL: DON RAMÓN MARÍA BARRANTES Y GRAGERA
El donante del altar
fue Don Ramón María Barrantes y Gragera, nacido en Talavera la Real,
hijo de Don Pedro Alcántara Barrantes y de Doña Carmen Gragera y Martínez.
Casado en primeras
nupcias con Doña Engracia Barrantes y Flores de Lizaur natural de Valencia de
Alcántara. Traía Doña Engracia un hijo de su primer matrimonio llamado Francisco
Saavedra y una hija de nombre Josefa casada con Don Patricio Peñalver y Balmaseda.
Los padres de Engracia Barrantes eran Don Gonzalo Barrantes Moscoso, natural de
Valencia de Alcántara y Doña Josefa Flores de Lizaur y Ladrón de Guevara
también de la misma localidad. Falleció Doña Engracia en su domicilio de la
calle Beatas en Talavera la Real, el día 28 de enero de 1897 a los 56 años de
edad, sin descendencia del matrimonio con Don Ramón. Había otorgado testamento
ante el Notario de Badajoz Don Jesús Rubio y Pérez Dávila el 27 de Noviembre de
1896.
Estando casado, Don
Ramón, en segundas nupcias con Doña Dolores Rey Gamonal falleció éste el día 12
de Julio de 1901, a los 52 años, en su domicilio de la calle Beatas (hoy calle
Don Ramón) de Talavera la Real; no teniendo tampoco hijos de este segundo matrimonio.
Otorgó también testamento ante el notario de Badajoz Don Jesús Rubio y Pérez
Dávila.
Altar portátil de Talavera la Real, cerrado, llevado por un acólito mayor.
LA DONACIÓN DEL ALTAR
PORTÁTIL A LA PARROQUIA DE TALAVERA
D. Ramón Barrantes donó
–entre otros objetos religiosos- a la Parroquia de Talavera la Real y ante el
cura Don Manuel Almeida este altar portátil. El sacerdote receptor lo describe
de la siguiente manera:
El día primero de
Agosto de mil ochocientos ochenta y seis, Don Ramón María Barrantes y Gragera,
de esta naturaleza y vecindad, me ha hecho entrega formal de los objetos que se
expresarán para que los destinen a los usos que estimen convenientes con tal
que sean aplicables al decoroso adorno para las que estas ropas y demás han
venido aplicándose hasta el presente, los Señores curas párrocos de esta
Iglesia.
“Hace donación dicho Señor
Barrantes de una caja de su propiedad, a esta Iglesia parroquial, sin que tenga
derecho ningún Gobierno ni autoridad civil alguna en ningún
tiempo a incautarse de la referida caja, que es voluntad del donante
permanezca siempre en la Parroquia sirviendo al fin para la que fue construida,
esto es, como ostensorio en donde se coloca el Santísimo Sacramento cuando es
llevado a los enfermos. Consta de un dosel con borlas de oro de adorno, dos
ángeles de plata en sus peanas del mismo metal, arrodillados y sosteniendo una
corona de plata dorada; dos candeleros
también de plata de veintiún centímetros de altura con sus arandelas de
lo mismo y tres hermosas caídas de terciopelo encarnado guarnecidas de flecos
de oro fino. Y para que así pueda constar firmamos la presente en Talavera la
Real fecha ut supra.
El cura ecónomo: Manuel
Almeida Ramón
Mª Barrantes y Gragera
EL DOMINGO DE CUASIMODO
Y LA PROCESIÓN DE ENFERMOS E IMPEDIDOS EN TALAVERA
El misterio de la
Eucaristía, eje central de la liturgia católica, adquiere una particular
relevancia el domingo de Cuasimodo (segundo domingo de Pascua o siguiente al
domingo de Resurrección). La palabra Cuasimodo proviene de las primeras
palabras del introito del segundo domingo de Pascua: del latín “Quasi modo
geniti infantes” -como niños recién nacidos-
En ella, se hizo costumbre que ese domingo el
sacerdote lleve en el copón o portaviático
las hostias consagradas para dar la comunión a los enfermos. Esta
procesión eucarística con el altar portátil va por las casas de los enfermos,
postradas en cama por invalidez o avanzada ancianidad que desean tomar la
comunión.
En algunos lugares de
Andalucía sale la procesión después de la misa matutina, formada por tres
monaguillos uno de ellos adelantado con una pequeña cruz procesional, otros dos
a ambos lados del sacerdote portando el incensario y el manifestador o altar
portátil y otro muñidor haciendo sonar una campanilla o esquila. Posterior a
los monaguillos va el sacerdote con hábito decente y vistiendo la sobrepelliz,
portando el copón con las Sagradas Formas cubriéndolo con el velo humeral y
bajo umbela o palio, detrás las personas que acompañan al cortejo.
Procesión de enfermos con altar portátil en
Sevilla.
En Talavera también se
celebraba esta ceremonia de asistencia a los enfermos y, según los testimonios
de las personas que acompañaban y de los monaguillos -en la época en que Don
Santiago Polo era el cura párroco de esta feligresía- la comunión a los enfermos
se llevaba también en procesión el llamado domingo de “Cuasimodo” Según relatan
las personas consultadas, los monaguillos no llevaban nada, ni cruz
procesional, ni incensario, ni campana o campanilla –lo cual ponemos en duda-
detrás de los monaguillos iba el sacerdote que portaba las Sagradas Formas en
el copón. Llevaban una lista de las casas que debían visitar, pues ya
previamente se habían apuntado en la iglesia los enfermos deseaban recibir la
comunión. Desconocemos también si en alguna ocasión, en estas procesiones de
enfermos, se sacó el altar portátil de Talavera que por su peso debiera
sostener un acólito adulto.
La comitiva paraba
delante de la casa, accedían al interior de la misma solo el sacerdote y los
monaguillos, y se disponían en las casas planchas calientes para quemar
incienso. Una vez impartida la Eucaristía los familiares salían a la puerta
para despedir al sacerdote y a los acompañantes.
BIBLIOGRAFÍA
A.P.T.R. Archivo
Parroquial de Talavera la Real
CRUZ VALDOVINOS, José
Manuel “Cinco siglos de platería sevillana” Fundación Desarrollo y
Cooperativismo 1992. Madrid.
DIARIO HOY. “Un
altar portátil, pieza del mes en el Museo Etnográfico de Olivenza”. Europa
Press. Mérida 02-04-2004.
GARRIDO NEVA, Rocío. “Un
conjunto de platería inédita del artífice sevillano José Guzmán el Mozo”.
Laboratorio de Arte 18. (2005)
GESTOSO Y PÉREZ, José. “Ensayo
de un diccionario de los artífices que florecieron en Sevilla desde el
siglo XIII al XVIII inclusive. Sevilla, 1900, tomo II, pag. 154.
HEREDIA MORENO, María
del Carmen. “La orfebrería en la provincia de Huelva” tomo II pag. 195
HEREDIA MORENO, Maria del Carmen. “De arte y de devociones
eucarísticas: las custodias portátiles. Universidad de Alcalá,
NIEVA SOTO, Pilar. La
platería del siglo XVIII en Jerez de la Frontera. Madrid 1991. Tesis
doctoral
RIVAS CARMONA, Jesús
(coord.) Estudios de platería: San Eloy 2002. Universidad de Murcia.
Servicio de Publicaciones 2002.
SANTOS MÁRQUEZ, Antonio
J. “La orfebrería del Museo de Arte Sacro de la Parroquia de Berlanga” Revista
del Centro de Estudios Extremeños.
TEJADA VIZUETE,
Francisco. “Eucaristía. Hoc facite in meam commemorationem” o.c., pags. 136-137.
Eucaristía 2000
VICENTE CASTRO,
Florencio. “Museo Etnográfico Extremeño González Santana” Olivenza.
Editora Regional de Extremadura 1995
Autores: Antonio Gómez
Broncano y Cristóbal Cansado González
No hay comentarios:
Publicar un comentario